El PSOE siempre votó en contra del candidato del PP a la presidencia del Gobierno. Y nunca tuvo mayor trascendencia. Es lo que tradicionalmente corresponde al partido de la oposición en España. Sin embargo, las consecuencias que en esta ocasión puede acarrear la investidura fallida del adversario político (bloqueo político y vuelta a las urnas en Navidad), no están siendo fáciles de digerir en la formación que lidera Pedro Sánchez.
Y ya son varias las voces que se alzan para abrir un debate interno sobre la postura oficial, acordada en el Comité Federal de diciembre y ratificada en el de junio: no a Rajoy y no a cualquier otro candidato del PP. Al menos, para el caso en el que Rajoy no salga investido la próxima semana.
Fue José Luis Rodríguez Zapatero el primero en expresar en público la necesidad de abrir el debate. Le secundó Javier Lambán, presidente de Aragón. Que dijo más: «Yo ya vengo intentándolo, aún a costa de ser insultado por algunos compañeros», aseguró en su cuenta de Twitter. Pero fue Antonio Miguel Carmona, concejal socialista en el Ayuntamiento de Madrid, quien después avanzó más al revelar que «incluso hay partidarios de la abstención al PP en la propia dirección de Pedro Sánchez».
No andaba desencaminado el edil madrileño. Ahora ha sido el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page quien ha defendido la convocatoria del comité federal para revisar la postura oficial del partido si Rajoy no logra superar la investidura. «Deberá haber un comité federal que tendrá que analizar si se ratifica en su resolución o si pone actualidad al texto aprobado en diciembre y ratificado en julio», ha señalado García-Page en declaraciones a »El País».
Tanto es así que la cúpula de Ferraz ha tenido que salir en tromba a defender la postura de Pedro Sánchez y negar la necesidad de abrir un debate sobre la misma. El secretario de Acción Política y Ciudadanía, Patxi López, ha negado que el partido se plantee en la actualidad convocar de nuevo a su máximo órgano de dirección. “De momento, es posibilidad no está encima de la mesa”, ha dicho.
En el mismo sentido se ha manifestado la portavoz adjunta en el Congreso. Meritxell Batet ha rechazado que los socialistas puedan cambiar su postura respecto a Rajoy tras las elecciones vascas y gallegas de septiembre, pero ha admitido que otras formaciones podrían hacerlo y que el PP puede estar contando con ello. La dirigente socialista ha reiterado que los socialistas votarán en contra de la investidura de Rajoy la próxima semana: «Supongo que ha quedado claro que el PSOE votará que no».
La secretaria de Política Municipal del PSOE, Adriana Lastra, ha negado que entre los miembros del comité federal haya fisuras: «La decisión del PSOE fue unánime y sin fisuras y va a seguir siendo así antes y después de 30 de agosto». Según Lastra, hay poderes políticos, económicos o mediáticos a los que no les gusta esta posición, “pero el PSOE va a ser coherente con su historia y con lo que mantuvo durante toda la campaña”.