A última hora del lunes, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez realizó un anuncio ante los de su partido y los ciudadanos en un acto de la Fundación Julián Besteiro que dejó perplejo a más de uno. Modificar el artículo 135 de la Constitución implica romper el acuerdo del techo del gasto que en su día llegaron José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy.
Una regla de estabilidad presupuestaria que permite controlar el gasto público, enviando a los mercados un mensaje de estabilidad y confianza ante el previsible riesgo de convulsiones en nuestra economía. Pues bien, este lunes a Sánchez se le ocurrió decir que asumía el «error» de haber aprobado la ley junto al PP, pero que este martes en el Congreso tendría la oportunidad de enmendarla sometiéndola a votación la supresión o modificación de ese artículo. Para ello, ya cuenta con el apoyo de la Izquierda Plural y el Grupo Mixto que llevan tiempo anunciando sin éxito su derogación.
«De la aprobación de esa reforma debemos extraer varios errores; y uno de ellos es que no puede haber reforma de la Constitución sin el voto de los españoles», señaló Sánchez en el acto, para continuar diciendo que «quiero anunciarles que el PSOE está elaborando una propuesta de redacción alternativa del artículo 135 de la Constitución; una reforma que en lo esencial señala que no renunciamos al principio de estabilidad presupuestaria, pero la prioridad es defender el Estado de Bienestar».
Entre las filas socialistas el anuncio no ha sentado nada bien, y los sectores de la vieja guardia que ya se preguntan «por qué camino quiere ir este muchacho», señala un dirigente. Incluso, algunos ya le han advertido que podría estar metiéndose en un lío dividiendo a los votantes y a los propios dirigentes.
Entre los descontentos que dan la cara se encuentra el propio expresidente, José Luis Rodríguez Zapatero, que ante las preguntas de la prensa no le quedó más remedio que decir: «Yo hice esa reforma convencido de que era muy conveniente para la estabilidad de España. Siempre pensé que era una reforma que podría suponer algún coste político, alguna incomprensión política en algunos sectores. Pero lo hice convencido de que en política hay que saber afrontar las situaciones que son más amables y las que no”.
«Ahora quiero ver cómo es la reforma, pero saben que tengo tanto cariño, entrega y devoción a mi partido, y tanto respeto a quien lo dirige, que pondré una sonrisa», concluyó Zapatero.
La propuesta de Sánchez también ha pillado por sorpresa al resto de partidos que la tildan de una «ocurrencia» más de Sánchez. Así, el portavoz adjunto del PP en el Congreso, Rafael Hernando aseguró que «ahora es el propio líder de los socialistas quien se apunta a la ocurrencia de derogar una reforma que él mismo votó a favor en 2011″, ha comentado Hernando, quien considera que Pedro Sánchez demuestra «no tener criterio ninguno» y encima parece que «quiere arruinar España antes incluso de gobernarla».
Y consideró que «no es de recibo que ahora quiera apuntarse a eliminar el techo de gasto para ser el más populista del lugar».
También, el responsable de la Secretaría Política de Podemos, Iñigo Errejón, dijo este lunes en una entrevista a la cadena »SER» que se alegraba «de que el PSOE corrija su posición». «Hace una semana nos decían que estar contra el 135 era utópico», añadió.