Nunca unas lecciones vascas o gallegas habían concitado tanto interés en el resto de España. Se esperaba que sus resultados aportaran claves para el devenir del bloqueo político en el que está atascada la política española desde el pasado mes de diciembre. Pues bien, la lectura que ambos comicios deja un gran titular: el batacazo del PSOE en ambas regiones.
Batacazo del socialismo vasco
Los socialistas han perdido siete escaños en el País Vasco, donde han pasado de 16 a 9 diputados. El PSE, una formación que ha llegado a gobernar esta Comunidad autónoma, ya solo aventaja como fuerza política al PP, después de haber sido superado también por la marca vasca de Podemos, que ha debutado con 11 diputados.
Un dato para medir el hundimiento del socialismo vasco: en 2009 cosechaba 25 escaños y su candidato, Patxi López, se convertía en lehendakari; ocho años después ha perdido dos tercios de su representación.
Pese a su enorme retroceso, los socialistas podrán jugar un papel importante el País Vasco ya que el triunfo del PNV es amplio, pero insuficiente para gobernar sin apoyos. Íñigo Urkullu podrá desenvolverse con tranquilidad si a sus 29 diputados suma el respaldo de los nueve diputados socialistas, lo que le otorgaría la imbatible cifra de 38 escaños.
Los socialistas vascos superan en votos a los populares, pero las dos formaciones constitucionalistas ya solo suman 18 escaños de los 75 de la Cámara vasca, nueve cada uno. El PP, con Alfonso Alonso, ha cosechado el peor resultado de su historia y es la última fuerza política del País Vasco. Al retroceso del constitucionalismo en aquella región española hay que sumar, además, el hecho de que Ciudadanos tampoco haya conseguido entrar en el parlamento, algo que sí había logrado UPyD en las dos últimas legislaturas.
Retroceso en Galicia
En Galicia, los socialistas pierden cuatro de sus 18 diputados, tras el triunfo arrollador de Alberto Núñez Feijóo, que reedita de forma más holgada su mayoría absoluta con el 48 por ciento de los votos, 30 puntos más que el Partido Socialista. Los socialistas gallegos pasan de 18 a 14 escaños (su peor resultado fueron 15 escaños en 1998) y son sobrepasados en voto popular por En Marea, la marca ligada a Podemos, que entra en el parlamento gallego con 14 representantes y más sufragios en las urnas que los socialistas.
Hace once años los socialistas gallegos conseguían 25 diputados y, gracias al apoyo del Bloque, conseguían que Emilio Pérez Touriño fuera presidente de la Xunta.
Pedro Sánchez en apuros
Tanto en Galicia como en el País Vasco, son los peores resultados del PSOE desde 1978. Y es el PSOE el partido que más votos pierde en ambas regiones: 133.000 sufragios. Unos datos que dejan al secretario general del PSOE en una situación políticamente delicada ante los sectores del partido que cuestionan su liderazgo y cuando esta semana pretendía retomar los contactos para tejer lo que denomina como «mayoría del cambio»!.
El razonamiento que los críticos a Ferraz construyen contra Pedro Sánchez ha sumado este domingo dos muesca más: cosechó lo peores resultados de la historia en diciembre, los empeoró en junio y ahora se apunta los peores de siempre en las dos regiones en juego. La baronesa andaluza, Susana Díaz, viene insistiendo en que el lugar del PSOE debe ser la oposición porque es ahí donde le han puesto los españoles.
Anoche, el secretario de Organización, César Luena, comparecía ante los medios de comunicación durante dos minutos para reconocer, sin admitir preguntas de los periodistas, que los resultados eran «negativos» y que el PSOE había realizado la campaña en «condiciones muy difíciles».
El próximo sábado está convocado el comité federal del PSOE, una fecha importante tanto para el futuro del partido (debe decidir si respalda la intención de su secretario general de intentar formar un gobierno alternativo al Rajoy y al PP) como para la supervivencia de su secretario general. «Asumir responsabilidades en el presente es el primer paso para reconstruir el futuro», escribió anoche es su cuenta de Twitter el concejal madrileño Antonio Miguel Carmona. Se anuncia una semana movida en el PSOE.
Noche agridulce para el PP
La noche electoral deja también motivos de análisis para el PP. El dato positivo es el excelente resultado en Galicia, donde Núñez Feijóo ostenta desde hoy un título insólito en la realidad política española: es el único gobernante con el respaldo de una mayoría absoluta.
En un momento especialmente delicado para el PP, la victoria en Galicia supone oxígeno para Mariano Rajoy. Fuentes de Génova arrimaban este domingo el ascua a su sardina y destacaban el papel importante que Rajoy ha jugado en la campaña gallega. Son muchos, sin embargo, los que ven en el presidente de la Xunta la más sólida alternativa al liderazgo de Rajoy. «Yo no soy el futuro del PP, soy el futuro de Galicia», dijo anoche el presidente gallego.
El dato negativo para el PP lo ofrecen los exiguos nueve diputados en el País Vasco, donde los populares son ya la última fuerza parlamentaria pese a haber sido liderados por uno de los rostros en alza del PP, el exministro Alfonso Alonso. Los populares vascos han perdido un escaño y tienen menos de la mitad de los que alcanzaron en 2001, su máximo histórico (19 escaños).