Del aguanta Luis (refiriéndose a Bárcenas) al pido perdón a los españoles imitando al Rey. Así ha recorrido Rajoy su especial travesía por la corrupción. De desmentir todo a decir que solo algunas cosas eran ciertas, de decir que había pequeñas cosas a pedir “disculpas a todos los españoles” por haber “colocado” a personas en puestos “para los que no eran dignos”, personas que «en apariencia han abusado de ellos».
La misma excusa de siempre, la misma de todos, pero que saltó en pedazos el día que El Mundo sacó a la luz ese SMS de Rajoy a Bárcenas: «Luis, nada es fácil, pero hacemos lo que podemos. Luis, lo entiendo, Sé fuerte. Mañana te llamaré. Un abrazo».
Para rematar su apoyo al tesorero que ahora es el innombrable, el presidente del Gobierno decía eso de «al final la vida es resistir y que alguien te ayude». Precisamente lo que hace siempre Rajoy. Resistir, viendo cadáveres pasar. Todos salvo el suyo. El que ya es calificado como delincuente no lo fue tanto durante un tiempo, no. Pelillos a la mar. Me engañaron y a otro caso. Y así vamos.
Lo mismo ocurre con el PSOE. Infectado de corrupción por el caso ERE, protege con uñas y dientes a Griñán y Chaves, que como poco, tienen una responsabilidad »in vigilando». Allí el dinero volaba pero nadie sabía como.
Rajoy pide perdón en el Senado
“Lamento profundamente y quiero pedir disculpas a todos los españoles por situar en puestos de no eran dignos a quienes en apariencia han abusado de ellos”, aseguró Rajoy.
Rajoy se expresó en estos términos en la sesión de control al Gobierno en el Senado una jornada después de que se desarrollara la ‘operación púnica’ que se saldó con 51 detenciones por una trama de corrupción municipal y autonómica, que afecta especialmente al PP, además de al PSOE y a Unión Democrática Madrileña.
El presidente del Gobierno reconoció el “hartazgo” de los ciudadanos, reconoció que entiende y comparte “plenamente la preocupación e indignación” por los casos de corrupción y aseguró que el Gobierno anunciará medidas para luchar contra la corrupción si no es con el PSOE, en solitario.
Rajoy aseguró que las medidas contra la corrupción las tomarán con o sin el apoyo del PSOE: «No le voy a hablar de las investigaciones judiciales en el Supremo contra miembros de sus partido ni de los EREs de Andalucía» respondió «yo voy a mirar hacia adelante y proponerle acuerdos contra la corrupción. Si no quiere, lo aprobaremos sin ustedes».
La regeneración democrática tampoco es un motivo para unirs: sigue el cálculo político
El objetivo del PP es seguir adelante con las medidas de regeneración democrática, tanto los proyectos legislativos que se están tramitando como las medidas que ya negociaban con los socialistas, que ayer anunciaron que no habrá pacto en esta materia.
La interlocución que había entre el PP y el PSOE se ha tensado hoy sobremanera en el Congreso cuando Alfonso Alonso, visiblemente enfadado, ha reprochado a los socialistas que «insulten» a los populares y pretendan hacer creer que el PP es el único partido con casos de corrupción.
El PSOE «es parte del problema», ha señalado Alonso, que ha recordado que también hay un socialista implicado en la operación Púnica -el alcalde de Parla-, pero sobre todo ha puesto sobre la mesa el caso de los EREs andaluces o el de los fondos de formación.
Mientras, el portavoz socialista, Antonio Hernando, insistía en pedir la comparecencia de Rajoy en un pleno extraordinario la semana que viene, porque el presidente del Gobierno, ha dicho, «no puede ser ajeno y dar la espalda a la preocupación e indignación» que hay en la calle ante estos escándalos.
También la Izquierda Plural ha reclamado este pleno, y su portavoz, José Luis Centella, ha rechazado un pacto anticorrupción entre las fuerzas políticas hasta que el Congreso no se involucre en esta lacra y «se levanten las alfombras y se abran los cajones» en todos los partidos.
«Es insostenible que España tenga un presidente del Gobierno que es presidente de un partido carcomido por la corrupción», ha señalado, por su parte, Joan Coscubiela (ICV).
Mientras, el portavoz adjunto de UPyD, Carlos Martínez Gorriarán, ha señalado que es urgente una «refundación» de los partidos y ha dicho que para «cero corruptos» hay que tener «cero tolerancia» con la corrupción, como hace, ha asegurado, su partido.
Alfred Bosch, de ERC, ha dado por su parte al PP el consejo «amistoso» de «sacar la escoba y empezar a barrer» a los corruptos de sus filas, y Pedro Azpiazu, del PNV, se ha preguntado hasta cuándo van a conocerse más casos de corrupción, cuando parecía que el vaso estaba ya colmado.
Rajoy escucha gritos de dimisión y el PP habla de listas limpias de corruptos
En el Senado, Rajoy ha tenido que escuchar gritos de «dimisión», procedentes de la bancada socialista, cuando comparecía en la sesión de control en la que ha pedido las disculpas.
Las palabras del presidente han sido de «alivio» para los populares, según señalaban fuentes de este partido, porque valoran que su líder haya salido a dar la cara en cuanto ha tenido la ocasión tras conocerse este nuevo escándalo, e incluso señalaban que las disculpas de Rajoy han «descolocado» a la oposición, que no se las esperaba.
Varios dirigentes del PP, además, han insistido hoy en la «indignación» de los populares, un «cabreo» que, como ha admitido el portavoz en el Senado, José Manuel Barreiro, va también acompañado de preocupación por el daño electoral que estos asuntos pueden causar al partido.
El PP ha hecho una promesa en boca de su portavoz en el Congreso, la de que las candidaturas del partido para los comicios municipales de mayo de 2015 las conformarán «listas limpias» de corruptos.
El mea culpa sigue pero pocos lo creen
Han sido 24 horas de mea culpa. «Pido perdón, siento vergüenzo, estoy desolado». Pero ha durado poco. El idílio que mantienen el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy y el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez dejaba cada día más atónitos a diputados y periodistas, incluso en sus respectivos partidos. Eso también ha durado poco, porque la política en España cambia las convicciones en minutos.
Tras semanas de encuentros, a expensas de la prensa, sobre un pacto anticorrupción «porque esto nos afecta a todos y tenemos que acordarlo entre todos con la urgencia que requiere», dijeron hace semanas, ahora ha vuelto el »y tú más». Llegan los reproches de patio de colegio. ¿Qué ha cambiado? A primera vista, el destape del popular Francisco Granados y la Operación Púnica ha puesto de nuevo en pie de guerra a socialistas y populares, que lejos de pactar se achacan los detenidos. Hay miedo a ser vistos como esa casta que pacta junta para limpiar sus miserias. Hay miedo a Podemos.
El PSOE quiere desembarazarse del PP, aunque pacte con él las líneas rojas de la corrupción. Lo ha hecho este martes, presentando un código de corrupción propio, sin el PP. Pero no acaba de »cuajar» entre su electorado porque no se puede cambiar de opinión en 24 horas buscando el impacto del telediario. Aunque sea cierto que es ahora el PP el que está más carcomido por la corrupción, los «estoy desolado y me siento indignado» son comunes. Ninguno está limpio. Moralmente tienen poco que hacer. Las medidas son necesarios, pero rebotan entre casos de corrupción. «No le voy a hablar de los 100 imputados en Andalucía», dice Rajoy cuando le echan en cara el paseíllo de sus dirigentes ante la Audiencia, o sus ánimos al corrupto Bárcenas, o a la financiación (ya parte en B) del PP. La guerra de Don Limpio, la han perdido ambos.
La inmensa mayoría del PP, dice el PSOE, es «honesta», pero su cúpula está contaminada y por eso no pacta… ahora
Hernando ha defendido que «la inmensa mayoría» de la gente del PP es «honesta» y que el «problema» con el partido de Mariano Rajoy es que su cúpula está «contaminada» con la corrupción. «Por eso lo de no pactar, sino actuar» y hacerlo ya contra la corrupción cambiando las leyes.
Preguntado en este punto si considera que Rajoy es honesto, el diputado socialista ha respondido que lo desconoce pero lo que tiene claro, según ha insistido, es que su cúpula no lo es, como lo demuestra que la corrupción haya «contaminado» a uno de sus secretarios generales, a tres de sus tesoreros y a la Ejecutiva del PP madrileño y valenciano.
El PSOE e Izquierda Plual han planteado la celebración la próxima semana en el Congreso de una sesión plenaria monográfica sobre la corrupción, que incluya la comparecencia de Rajoy. La propuesta ha sido expresada oralmente en la Junta de Portavoces de la Cámara y ha cosechado el respaldo de toda la oposición, pero el PP se ha reservado su respuesta alegando que la petición no se había presentado por escrito.
A renglón seguido, tanto el PSOE como Izquierda Plural han anunciado que procederían a registrar sendas iniciativas y han reclamado al presidente de la Cámara, Jesús Posada, que reúna el jueves a la Junta de Portavoces para debatir la celebración de ese pleno.
Ambos recuerdan que, este mismo mes, el PP no tuvo problema en convocar dos plenos extraordinarios para forzar la elección de su candidato como presidente de RTVE, un tema que según PSOE e IU no era tan urgente como la crisis política que han generado los casos de corrupción.
«No queremos que Rajoy siga sufriendo en silencio la situación, que dé la cara», dice el PSOE
Por su parte, el socialista Antonio Hernando ha insistido en la necesidad de que el presidente del Gobierno ofrezca explicaciones, si dice que tanto le preocupa «esta cosa» de la corrupción. «No queremos que Rajoy siga sufriendo en silencio la corrupción. Que venga al Congreso y que dé la cara», ha manifestado.
Aunque el PP no quiera ver la corrupción y «mire para otro lado», el responsable socialista ha defendido que es necesario que Rajoy «sea consciente del volcán sobre el que está sentado su partido» explicándose ante la Cámara Baja y que los grupos parlamentarios expongan su postura y sus alternativas para acabar con la lacra de la corrupción.
Y es que, a su juicio, ni el presidente del Gobierno ni la sede la soberanía nacional pueden seguir ajenos a la «indignación» que los casos de corrupción están generando en la ciudadanía. «No podemos seguir de espaldas a los ciudadanos», ha resumido.
El PP ofrece leyes más duras
El portavoz parlamentario del Grupo Popular en el Congreso, Alfonso Alonso, ha cuestionado la necesidad de convocar un pleno monográfico sobre corrupción que incluya la presencia de Mariano Rajoy que demandan PSOE e Izquierda Plural y ha recalcado que el presidente del Gobierno ya «da la cara» cada semana en la Cámara Baja.
En concreto, los socialistas e Izquierda Plural han planteado en la reunión de la Junta de Portavoces del Congreso la celebración la próxima semana de una sesión plenaria monográfica sobre la corrupción, que incluya la comparecencia de Rajoy. La propuesta ha cosechado el respaldo de toda la oposición, pero en ese momento el PP se ha reservado su respuesta alegando que la petición no se había presentado por escrito.
Poco después, en rueda de prensa, Alonso ha rechazado por el momento esa sesión monográfica con explicaciones de Rajoy incluidas. «El presidente del Gobierno da la cara y viene todas las semanas a la Cámara y seguirá viniendo. Por lo tanto, está sometido al escrutinio público como todos los demás», ha enfatizado.
Dicho esto, el dirigente del PP ha subrayado que un presidente del Gobierno tiene la «responsabilidad» de tomar medidas ante la corrupción que se visualicen en leyes. «Esa es su principal responsabilidad, la que está haciendo y la que vamos a hacer en las próximas semanas», ha resaltado, para insistir en que el Gobierno habla «con leyes duras» que ofrezcan «garantías».
En este punto, ha censurado que al PSOE se le haya «ocurrido» este martes pedir verbalmente la comparecencia de Rajoy por la mañana, sin registrarla por escrito, una petición que ha enmarcado en la estrategia de «echar la culpa al otro». Según ha añadido, su grupo parlamentario no va a colaborar en esa estrategia.
El PSOE no quiere ni oír a hablar de moción de censura
El portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Antonio Hernando, ha descartado este martes que su partido vaya a presentar una moción de censura contra el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pese a considerar que «hay motivos de sobra» para hacerlo.
Hernando ha respondido así al ser preguntado sobre si el PSOE tiene en mente presentar una moción de censura contra Rajoy en caso de que no dé la cara sobre los casos de corrupción como en su día amagó el anterior secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, para obligar al jefe del Ejecutivo a comparecer en el Parlamento por el »caso Bárcenas».
El dirigente socialista considera que «no es el momento oportuno» para que el primer partido de la oposición plantee una moción de censura en su contra, entre otras cosas, ha destacado, porque el PP continúa teniendo mayoría absoluta.
Pero Antonio Hernando también ha desechado la posibilidad de plantearla, aunque sea de forma simbólica, porque la moción de censura tiene que responder a un objetivo que en estos momentos está sin definir.
El socialista considera que «la apatía insoportable» de Rajoy, hace «imposible» alcanzar un pacto anticorrupción con el PP. «No es tiempo de pactar, sino de actuar con el máximo rigor y rapidez» para acabar con esta lacra, ha resumido.