La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, se mostró este martes contundente al asegurar que rechazará cualquier medida que implique subir impuestos a los madrileños, y defendió además que las comunidades tengan margen para crear, suprimir, subir o bajar impuestos dentro de lo establecido por la ley.
En una rueda de prensa en el Senado, tras finalizar la sesión matinal de la Conferencia de Presidentes, Cifuentes explicó que el tema de la armonización fiscal se planteó por parte de la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, y fue secundado por algunos otros, pero no “como propuesta en sí” dentro del orden del día sino como una reflexión en el debate sobre la financiación autonómica.
Aparte de ese matiz, Cifuentes sí explicó que en la reunión pidió que se separen ambos debates porque una cosa es la financiación de los servicios públicos y otra es la política fiscal como instrumento de la política económica.
Subrayó, de hecho, que la Constitución reconoce el derecho de las comunidades autónomas a ejercer la asimetría fiscal y en el caso de las comunidades de régimen común permite la posibilidad de crear, suprimir, subir o bajar impuestos dentro de la ley.
Cifuentes explicó por ello su posición favorable a que ese margen se mantenga y “no se merme” la capacidad de de las comunidades autónomas de poder acometer iniciativas en ese sentido. En ese punto, defendió que la baja fiscalidad en Madrid está teniendo “muy buenos” resultados en términos de crecimiento económico y creación de empleo, ya que ha crecido dos décimas por encima de la media y en el último año ha creado 95.000 empleos.
«YA BASTANTE PAGAN» LOS MADRILEÑOS
“No tengo ninguna intención de que los madrileños paguen más, que ya bastante pagan”, sentenció, dejando claro, sin embargo, que si la propuesta se plantea formalmente no se negará a abrir el debate sobre ella.
Cifuentes explicó que hay coincidencia entre todos los presidentes en que mejorar el Estado del bienestar requiere aumentar la recaudación, pero su objeción es que por ejemplo el actual modelo “desincentiva” a las comunidades más dinámicas en la creación de riqueza.
A modo de ejemplo afirmó que Madrid aporta el 78% del fondo de garantía de financiación de servicios básicos, más de 3.200 millones de euros, “la práctica totalidad”, pero los madrileños reciben 215 euros per cápita menos de la media nacional. De igual forma, explicó que si Madrid decidiera, “que no lo vamos a hacer”, subir el tramo cedido del IRPF, “ni un euro” de toda esa recaudación repercutiría directamente en los madrileños.
Cifuentes precisó que el debate tiene “mucho que ver” con el concepto que los distintos partidos tienen de la política fiscal, si se contempla como un instrumento recaudatorio para financiar los servicios públicos o “confiscatorio” pensando que todo se soluciona con subir los impuestos.
Cifuentes dejó claro que “por supuesto” está dispuesta a abordar ese debate, pero siempre y cuando no se traduzca “en una mayor carga” impositiva sobre los madrileños, “que ya están aguantando mucho”, ni se merme la capacidad económica de una comunidad autónoma que está siendo “motor” de España.
Se mostró convencida de que, a diferencia de la vez anterior, en esta ocasión el modelo de financiación autonómica será acordado entre todas las partes implicadas, y subrayó el ambiente “especialmente bueno” de esta Conferencia de Presidentes, reconocido incluso por algunos presidentes “veteranos” en este tipo de reuniones.