Los compromisarios del PP han rechazado este viernes la enmienda dirigida a la ponencia de Estatutos del partido para evitar la acumulación de cargos y que apuntaba directamente a la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal. La enmienda promovida por el concejal del partido en San Clemente (Cuenca) Francisco Risueño ha sido rechazada por un ajustado resultado, ya que ha cosechado 303 votos a favor, 328 votos en contra y ocho abstenciones.
En concreto, Risueño pedía que en artículo 9 de la ponencia Política y de Estatutos, relativa al régimen de incompatibilidades, respetar los siguientes criterios para acceder a cargos públicos o puestos de dirección: «En ningún caso podrá desempeñarse más de un cargo territorial de presidente o de secretario general del partido ni acumularse a éste más de un cargo de representación institucional, local, autonómica o nacional».
La enmienda prosigue: «Se considera compatible por su propia naturaleza constitucional el desempeño de los siguientes puestos: corporaciones locales y provinciales; parlamentos y gobiernos autonómicos; Cortes Generales y Gobierno de la nación».
Sin embargo, la enmienda de Francisco Risueño -que la ha defendido a puerta cerrada ante el plenario- ha sido rechazada por los compromisarios en una ajustada votación, con un 303 ‘síes’ y 328 ‘noes’. Además, ha registrado ocho abstenciones, según han informado fuentes ‘populares’.
Cospedal se reivindica
El congreso nacional del PP ha comenzado este viernes en Madrid con la incógnita aún de si Mariano Rajoy mantendrá a toda su cúpula, incluida a Cospedal, o hará algún cambio o nombramiento relevante, algo que, como ha admitido el propio presidente del Gobierno y líder del PP, esperará a este sábado para anunciar.
Sin haber todavía confirmación oficial sobre su futuro, Cospedal ha hecho este viernes un balance de su gestión que ha sido, sobre todo, una defensa de su trabajo y el del partido en estos años de crisis.
Años en los que al PP le ha tocado defender todas las medidas que tomaba el Ejecutivo, incluidas las que estaban, ha admitido la secretaria general, en las «antípodas» de su programa electoral.
«El PP fue faro y pararrayos de nuestro Gobierno, éste era nuestro papel y lo cumplimos con creces», ha proclamado Cospedal en su discurso ante Rajoy y el resto de dirigentes del partido en el plenario del congreso.
Ha añadido que todo el partido, desde sus bases a sus dirigentes, asumió «solidariamente» el «desgaste» que conllevó la gestión de la crisis, mientras defendía, siempre «en soledad», las medidas «más impopulares» que un gobierno ha tomado «nunca».
En un día en el que se ha conocido la primera sentencia de la rama valenciana del caso Gürtel, un asunto que la mayoría de dirigentes del PP han considerado que no ensombrecerá el congreso iniciado, Cospedal se ha referido a la corrupción en general.
El peso de la corrupción
Ha puesto en valor el modo en que su partido ha afrontado los casos de corrupción que le han afectado, con medidas para evitar que se repitan, aunque sí ha reconocido que al PP le faltó agilidad para reaccionar ante algunos de estos casos, porque les parecía «imposible» que se pudieran producir.
«En alguna ocasión no fuimos lo ágiles que la sociedad demandaba. Otros nunca han sido ágiles», ha dicho Cospedal, quien ha contrastado la actuación irregular de algunas personas con la labor «limpia, transparente, honesta y muchas veces altruista» de miles de cargos del PP.
Para ella, la gente de su partido ha vivido «a miles de años luz de cualquier corruptela política», se ha hecho «de la necesidad virtud» y se han aprobado en los últimos años muchas iniciativas para facilitar la transparencia y evitar la corrupción.
Además, en su defensa de la presunción de inocencia, Cospedal ha advertido de que no se puede llegar al «extremo» de permitir que se «usen los tribunales» para atacar carreras políticas «si no hay causa cierta y conocida».
«A veces es más fácil ser buenos que ser justos y a veces es más cómodo dejarse llevar por la marea que mantenerse firmes siendo ecuánimes», ha añadido.
En este congreso que va a coincidir el sábado y domingo con la asamblea de Podemos, Cospedal ha aprovechado para criticar a la formación de Pablo Iglesias y asegurar que el PP está unido.
Así, ha contrapuesto la unidad del PP, «única» entre las organizaciones políticas españolas, con la situación de los «Pimpinela de Vistalegre».
Ha asegurado además que los ‘populares’ se llevan «bien» y anteponen el proyecto a los «nombres propios» o los «personalismos».
Recuerdo a Rita Barberá
«Han intentado agrietarnos enemistarnos, partirnos, fracturarnos… ¿Pero quién ha pensado que nosotros vamos a ser como los Pimpinela de Vistalegre?», ha dicho.
Todo en un discurso en el que María Dolores de Cospedal ha tenido un recuerdo emotivo que ha hecho ponerse en pie y aplaudir a todo el plenario: el de la exalcaldesa de Valencia Rita Barberá, fallecida hace unos meses después de haber abandonado el partido por su imputación en el caso de supuesto blanqueo de dinero en el grupo municipal del PP en esa ciudad.
Así, tras citar a varios de los fallecidos estos años, que según ha dicho «tanta huella» han dejado a todo el partido, Cospedal ha dicho emocionada: «Se nos vendrán a la cabeza muchos otros. A mí se me viene el nombre de Rita».
Una mención que ha puesto en pie a todo el plenario, que ha aplaudido durante un rato las palabras de Cospedal, quien antes de irse ha admitido que el partido ha podido cometer errores estos años pero ha trabajado siempre, ha dicho, «desde el corazón».