Era lo previsible. Obama gana de forma clara el último debate electoral sobre política exterior. Pero el resultado de este cara a cara no es determinante en este tramo final de campaña electoral, según explica José Antonio Gurpegui, catedrático de Estudios Norteamericanos del Instituto Franklin, para quien la contienda se libra en tres estados clave: Ohio, Virginia y, sobre todo, Florida.
“Obama ha hecho valer su política internacional como logro de su mandato. Ha estado más agresivo que Romney”, explica el experto. Pero en su opinión, el candidato republicano ha aguantado, porque ha sabido demostrar que puede controlar este campo y defender un discurso de política internacional. Por ello, considera que Romney “ha sido vencedor en esa parcela”.
Un discurso que no tiene grandes diferencias entre demócratas y republicanos. Gurpegui pone como ejemplo que ambos candidatos defienden el repliegue de las tropas de Afganistán, un hecho que ocurrirá gobierne Obama o Romney.
“Es una victoria de Obama que no implica un cambio”, subraya el analista, quien insiste en que la pugna se localiza en los tres estados mencionados, sobre todo en Florida. Gurpegi ve determinante el voto de la comunidad de Puerto Rico en este estado; los 150.000 ciudadanos que no tiene claro a quién elegir para los próximos cuatro años.
¿Qué harán Obama y Romney para convencer a los indecisos del país? El margen es arañar el 3% de los votos y cada uno ha diseñado su estrategia: “El presidente afianzará la idea de que Estados Unidos va avanzar bajo su mandato; Romney busca demostrar que es el presidente de la clase media y que con él la economía va a mejorar”.