Naciones Unidas volvió a reclamar hoy un cese de las hostilidades en la ciudad siria de Alepo y subrayó que, como mínimo, es necesario establecer cada semana treguas humanitarias de 48 horas para asistir a la población.
El portavoz de la organización Stéphane Dujarric dijo que la ONU sigue recibiendo informes de bombardeos aéreos sobre la zona oriental de la ciudad -bajo control rebelde-, que han causado «bajas civiles» y dañado de forma «severa» infraestructuras como la red de agua o instalaciones médicas.
«La ONU llama a un cese de hostilidades para detener los bombardeos indiscriminados y proteger a los civiles», dijo Dujarric.
Como «mínimo», señaló el portavoz, son necesarias «pausas humanitarias semanales de 48 horas para permitir la entrada de ayuda, evacuaciones médicas (…) y dar un respiro a los civiles».
La ONU defiende desde julio pasado esas treguas temporales, una propuesta que quedó oscurecida con las negociaciones para un alto el fuego total y que este jueves volvió a poner sobre la mesa el jefe humanitario de la organización, Stephen O’Brien.
Tras una semana de tregua impulsada por EE.UU. y Rusia, el 22 de septiembre, el Ejército sirio, apoyado por la aviación rusa, reanudó su ofensiva en Alepo, en la que según la ONU han muerto al menos a 320 civiles, más de un centenar de ellos niños.
Dujarric dijo hoy que los equipos de Naciones Unidas continúan listos para llevar ayuda a la zona tan pronto como las condiciones lo permitan y apuntó que se estima que unas 275.000 personas están «sitiadas» en la zona oriental de Alepo.