Las autoridades de Montenegro, el país balcánico que tiene más avanzadas las negociaciones para entrar en el Unión Europea (UE), abordan hoy con una delegación del Parlamento Europeo las reformas para entrar en el bloque.
Los siete eurodiputados integrantes del Comité Parlamentario de Estabilización y Asociación UE-Montenegro se reúnen con el primer ministro montenegrino, Dusko Markovic, el presidente del Parlamento, Ivan Brajovic, y el ministro de Asuntos Europeos, Aleksander Pejovic.
Montenegro, una pequeña república adriática de 630.000 habitantes que se independizó en 2006 al romper su unión estatal con Serbia, es candidato a ingresar en la UE desde 2012 y entró el pasado junio en la OTAN.
La entrada en la Alianza Atlántica de un país con tradicionales buenas relaciones con Moscú se produjo en el momento de mayor tensión entre Occidente y Rusia desde el fin de la Guerra Fría, a cuenta del conflicto de Ucrania y la anexión rusa de Crimea.
La llegada a la OTAN de Montenegro y su adhesión a las sanciones de la UE a Rusia despertaron críticas de Moscú, que tiene inversiones en el sector turístico del país.
La UE y Montenegro abrieron la semana pasada dos nuevos capítulos, sobre libertad de movimiento para trabajadores y servicios, en las negociaciones de adhesión.
Con estos dos capítulos ya son 30 los abiertos por Montenegro, de los que tres ya están cerrados.
Las negociaciones de adhesión se dividen en 35 capítulos que abarcan áreas como la economía, energía, estado de derecho y derechos humanos, con el fin de situar al país aspirante en línea con los estándares comunitarios.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha dicho que no habrá más ampliaciones de la UE durante su mandato, que finaliza en 2019, pero vaticinó que Serbia y Montenegro «serán miembros de la UE antes de 2025».
Bulgaria ha anunciado que durante su presidencia semestral de la UE, en la primera mitad de 2018, pondrá el foco en el ingreso en el bloque de los países de los Balcanes occidentales.
Además de Montenegro y Serbia, también aspiran a entrar en el bloque Macedonia, Albania, Bosnia y Kosovo.
La perspectiva del ingreso en la UE ha sido durante años el principal impulsor de las reformas en los Balcanes después de una década de inestabilidad y guerras en la década de 1990.