Manuel Moix tiene los días (o las horas) contadas como fiscal jefe de Anticorrupción. Si el martes el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, respondía en Portugal con un explícito y contundente “sí” a la pregunta de si seguía manteniendo su confianza en él después de conocerse su participación en una cuenta offshore en Panamá, este miércoles el presidente esquivaba a los periodistas en el Congreso y no ratificaba su respaldo público.
También la vicepresidenta del Gobierno ha evitado apoyar a Moix. Soraya Sáenz de Santamaría ha apelado a la división de poderes. «Cuando se trata de nombramientos de la Fiscalía, es a la Fiscalía a quien le corresponde esos nombramientos y las situaciones administrativas que afectan a los fiscales», ha afirmado en los pasillos del Congreso.
En la misma línea, el ministro de Justicia. «No es un nombramiento de confianza y no está puesto ahí por la confianza del Gobierno. Por tanto, no es una cuestión de confianza su mantenimiento o no. Es al fiscal general del Estado al que corresponde en su caso proponer un expediente para remover al señor Moix», ha respondido Rafael Catalá para remitirse al sistema establecido en el Estatuto del Ministerio Fiscal.
«No tengo apego al cargo»
Es precisamente a una reunión con Maza “esta noche o mañana” a la que se ha remitido Moix para conocer su futuro. Un futuro al que ya ha abierto la puerta de salida. «No tengo apego ni interés en el cargo. No tengo ningún interés en mantener una situación si se considera que no soy el más idóneo», ha señalado en una entrevista en Onda Cero. Es más, ha afirmado que estaría dispuesto a dimitir como fiscal jefe Anticorrupción si su permanencia en el cargo perjudica a la institución.
«No le quepa duda«, ha recalcado tras ser preguntado si se apartaría del puesto, aunque ha aseverado que no se lo ha «planteado». En este punto, ha aludido a la «conversación pendiente» que tiene con Maza y que tendrá lugar «esta noche o mañana» porque ahora «no está en Madrid».
Moix ha subrayado que «cualquier solución» sobre su continuidad le parecerá «razonable»: «No estoy aquí para estar cueste lo que cueste y valga lo que valga. Igual que me han puesto me pueden quitar», ha destacado.
Error de cálculo
Asimismo, ha reconocido que es «indudable» que calculó «mal» las repercusiones que podía tener una sociedad panameña. De hecho, ha apuntado que, si no informó a sus superiores antes de ser nombrado, fue porque consideró «irrelevante» este asunto ya que «no había incompatibilidad» para el ejercicio de la función.
El fiscal jefe ha defendido la legalidad de la sociedad que comparte con sus hermanos, Duchesse Financial Overseas, constituida en 1988 y propietaria de un chalet valorado en más de medio millón de euros en el municipio madrileño de Collado Villalba que, hasta 2012, pertenecía a los padres del fiscal jefe.
«Se puede entender que no es correcto estéticamente, pero hay que valorar si eso objetivamente influye en el ejercicio de la función», ha subrayado, preguntado sobre las distintas peticiones de cese o dimisión. Además, ha apuntado que la «estética» es «un concepto subjetivo».
Piden una investigación de Hacienda
Los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) han solicitado a la Agencia Tributaria que abra una inspección sobre el fiscal jefe Anticorrupción y sus hermanos para verificar si realmente la sociedad familiar, Duchesse Financial Overseas, radicada en Panamá, es una empresa para eludir el pago de 90.000 euros en impuestos.
Esta sociedad, heredada por Moix y sus tres hermanos tras el fallecimiento de su padre en 2011, es propietaria de un chalé en la madrileña localidad de Collado Villalba, por lo que, según los técnicos, la inspección deberá dilucidar si procede levantar el velo societario para que afloren los verdaderos y últimos propietarios de este chalet.
En este sentido, Gestha apunta que la aplicación a este caso de la Ley del Mercado de Valores determinaría que los hermanos Moix podrían haber actuado, salvo prueba de lo contrario, con supuesto ánimo de elusión del pago del impuesto correspondiente a la transmisión de bienes inmuebles cuando adquirieron el control de la sociedad panameña. El activo de esta empresa está formado en al menos un 50 por ciento por inmuebles radicados en España, que no está afecto a actividades empresariales o profesionales.