La alta representante de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la UE, Federica Mogherini, ha pedido hoy cooperación entre los países de las dos orillas del Mediterráneo, que considera la región «más conflictiva del mundo».
Mogherini ha abierto hoy en Barcelona un encuentro de ministros y altos cargos de Exteriores de los Veintiocho Estados de la Unión Europea y de quince de la ribera sur del «mare nostrum», previa al Foro Regional de la Unión por el Mediterráneo, ente de colaboración en la cuenca.
«Vemos potencial en la región», ha dicho la jefa de la diplomacia europea, para quien es necesario un «compromiso común» que haga posible superar conflictos y dificultades.
Para ello, es preciso centrarse en la «vida real» y dar expectativas de progreso a la población, en especial a la juventud, ya que «trescientos millones de jóvenes en Oriente Medio y África no tienen voz ni oportunidades».
Mogherini ha subrayado que la fragilidad de la región no debe conducir al aislamiento, que «debilita a todos», y ha pedido actuar para romper esa dinámica con iniciativas como la de la Unión por el Mediterráneo (UpM), mediadora para impulsar procesos de desarrollo.
El ministro de Exteriores de Jordania y copresidente de la UpM, Ayman al Safadi, ha coincidido en que el Mediterráneo debe ser «un puente entre países y no una barrera» y ha alertado sobre el problema del radicalismo extremista del Estado Islámico.
El EI «no representa la fe musulmana, que celebra la vida y el respeto al otro», ha enfatizado el ministro jordano, que ha pedido una solución al conflicto palestino-israelí.
El sesenta por ciento de la juventud de la ribera sur está en situación de desempleo, ha indicado Al Safadi, partidario de dar respuesta a ese problema y, asimismo, de garantizar la paz en los países ahora en conflicto.
Por su parte, el ministro español de Exteriores, Alfonso Dastis, ha planteado la conveniencia de que la UpM dé impulso político a la cooperación en la región y a proyectos técnicos concretos para favorecer el desarrollo.
Dastis ha mencionado los grandes desafíos de la región mediterránea, como la amenaza «sin precedentes» para la paz y la seguridad que suponen grupos como Dáesh (Estado Islámico por sus siglas en árabe).
La inmigración por motivos políticos y económicos y la oleada de refugiados también es uno de esos retos, según Dastis, junto al conflicto en Siria, en el que la prioridad es proteger a la población civil y esforzarse por una solución política.
Sobre la situación en Libia, Estado fallido desde el derrocamiento de Muamar el Gadafi, el ministro español se ha mostrado partidario de fortalecer el acuerdo para conseguir que las instituciones sean inclusivas.
En cuando al contencioso palestino-israelí, ha reiterado que es necesario «más que nunca» recuperar un proceso de paz basado en la existencia de dos Estados.
Estos temas están en la mesa de esta reunión de ministros y altos cargos diplomáticos, pero sin previsión de que haya conclusiones escritas, sino un intercambio de opiniones.
Este encuentro ministerial es previo al foro regional de la UpM, que tendrá lugar en la tarde de hoy y mañana martes, centrado en la juventud como factor de desarrollo.
Dastis ha expresado su respaldo a la UpM, surgida en 2008 por una iniciativa franco-egipcia y que es heredera de la Conferencia Euromediterránea, constituida en 1995 en Barcelona.
El ministro español ha pedido diálogo político en la cuenca para lograr acciones efectivas y ha advertido sobre el escaso nivel de integración en la ribera sur, una «asignatura pendiente».
Para ello, ha animado a aprovechar las sinergias de la Política Europea de Vecindad y a interactuar con instituciones financieras,como el Banco Europeo de Inversiones, y con empresas y la sociedad civil.