La alta representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Federica Mogherini, se reunió hoy en Belgrado con el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, y pidió contención y moderación tras las últimas tensiones entre Belgrado y Pristina.
Según un comunicado conjunto de la UE y la presidencia serbia, Mogherini declaró que «la UE espera la preservación de la paz con un enfoque sabio y moderado» y señaló que «lo que ocurrió ayer no debe repetirse», cuando se produjo la detención en Kosovo de un alto cargo serbio.
Mogherini y Vucic se han puesto de acuerdo para buscar nuevas formas de continuar el trabajo y la solución de los problemas entre Belgrado y Pristina por la vía pacífica, indica la nota.
Agrega que ambos constaron que es de interés nacional y estatal de Serbia preservar la estabilidad, la paz y el progreso en la senda hacia la integración en la UE.
Mogherini viajó hoy a Belgrado ante el aumento de las tensiones entre Serbia y Kosovo por la detención el lunes por la policía kosovar de Marko Djuric, jefe de la oficina gubernamental de Serbia para Kosovo, por haber entrado en territorio kosovar sin permiso de sus autoridades.
Djuric, que también es el principal negociador técnico del equipo serbio en el diálogo de normalización de los vínculos entre Belgrado y Pristina, auspiciado por la UE, fue deportado a Serbia horas después de su arresto en la ciudad septentrional de Mitrovica, donde asistía a un debate de los serbios locales sobre el problema de Kosovo.
Belgrado calificó la detención de «brutal provocación» y aseguró que el despliegue de unidades armadas en el norte de Kosovo, donde se concentra la minoría serbia, es una violación del acuerdo de normalización y una «amenaza directa a la paz y estabilidad».
Durante la operación policial para detener a Djuric, 32 personas resultaron heridas.
Kosovo, antigua provincia serbia poblada por una gran mayoría de albaneses étnicos, proclamó en 2008 de forma unilateral su independencia de Serbia, que no la reconoce.
Ambas partes llevan a cabo difíciles negociaciones para normalizar sus relaciones, un objetivo que la UE exige a los dos países para avanzar en su acercamiento al bloque comunitario.
Serbia, candidato al ingreso en la UE, debe lograr con Kosovo un acuerdo jurídicamente vinculante al final del proceso negociador.