Lleva militando más de treinta años en un partido que atraviesa sus momentos más críticos. Miquel Iceta (Barcelona, 1960) se enroló en filas del socialismo catalán antes incluso de cumplir la mayoría de edad, y, después, atravesó por todas las etapas de la política, empezando por la de concejal. Federalista convencido, sigue defendiendo esta vía como la única solución para Catalunya. Aunque admite, con pesar, que esa misma posición le costará más salidas del partido.
Ha calificado de “error” la querella de Fiscalía, ¿no ve delito entonces?
Yo la verdad es que no, y me parece que tampoco una inmensa mayoría de los catalanes que lo que vieron el 9-N fue un proceso que les permitía si lo querían expresar su opinión y no un delito.
¿No es delito desobedecer al Constitucional?
Es que yo creo que lo que se hizo no fue desobediencia al Constitucional. Cuando el Tribunal Constitucional suspendió el proceso participativo, la Generalitat ya no participó como tal, sino que fue una cosa organizada por voluntarios. Por tanto, no apreciamos delito. Lo que pasa que todo viene de un error político muy grave que fue la impugnación por parte del Gobierno del PP del proceso participativo del 9 de noviembre. Hicieron bien probablemente en impugnar la consulta, pero una vez la consulta quedó suspendida, ellos mismos dijeron que era una magnífica noticia, pero luego corrieron rápidamente también a impugnar el proceso que la sustituiría, con lo cual ahí ya había una contradicción y una presión evidente del Gobierno sobre la Fiscalía para la presentación de esta querella. Nosotros pensamos que hay un problema político que sólo puede resolverse a través de cauces políticos y con soluciones políticas.
Habla de presión del Gobierno hacia la querella, ¿mano política en la Justicia entonces?
Claramente. De hecho, la primera noticia del anuncio de la querella lo hizo la presidenta del PP de Catalunya, eso está ahí. Y después hubo diversas manifestaciones de dirigentes del PP, como Carlos Floriano, y varios ministros, en favor de la presentación de esta querella.
¿Cree que la querella podría fortalecer a Mas? Los sondeos dicen que lo ha hecho ya del 9-N.
Es posible que eso contribuya a una imagen de victimismo que en política a veces tiene rendimientos, o sea que desde luego no parece que en estos momentos desde el punto de vista de la opinión pública le esté perjudicando, sino todo lo contrario.
Esos mismos sondeos sitúan a su partido en caída libre, ¿A qué lo atribuye?
Bueno, en cierta medida la polarización del debate nos está perjudicando mucho, somos un partido que en lo que está empeñado es en tender puentes y buscar acuerdos y probablemente en el fragor de una batalla política que polariza tanto, las posiciones que parecen intermedias o tibias sufren más. Pero de todas maneras, creo que a la hora de votar, la gente va a apreciar que haya un partido dispuesto a tejer y a tender puentes y confío en que el resultado electoral cuando las elecciones se produzcan sea mejor.
¿Pero cómo piensan reflotar el PSC? La sociedad catalana parece que exige una postura clara, ¿Hablará de derecho a decidir? A usted no le gusta esa palabra…
No sé lo que es. Sé lo que es una consulta legal y acordada, sé lo que es una reforma de la Constitución. Y el PSC va a decir lo que ha dicho siempre. Nosotros no somos un partido independentista, somos un partido federalista. Creemos que la situación actual no puede sostenerse por lo tanto hacia lo que hay que avanzar es hacia una reforma de la Constitución que resuelva los problemas del Estado de las autonomías y permita también alcanzar un mejor encaje de Catalunya en el resto de España.
Insiste usted en la salida federalista, pero ya la descartan CIU y ERC. ¿Cómo les piensa convencer?
Es que los que ya han decidido marcharse, los que ya han decidido que la independencia es la única solución son difíciles de convencer, pero yo creo que hay una mayoría de catalanes que se quieren quedar y estarían dispuestos a quedarse si existe un nuevo acuerdo que satisfaga sus aspiraciones. Yo no busco tanto convencer a los independentistas como a aquellos que dicen “depende de cómo sea el nuevo trato”. De todas formas, nos inspiramos también en lo que pasó en Escocia, donde parecía que el referéndum lo iban a ganar los independentistas pero al final se produjeron dos cosas que cambiaron la opinión de mucha gente: recuperar los afectos, cosa que es muy necesaria. Cuando los británicos le dicen a Escocia, “os queremos”, “queremos que sigais con nosotros” y además para demostrar que os queremos os ofrecemos un nuevo trato. Creo que eso es lo que está en la base de la propuesta federal.
¿Y cómo habría de ser ese trato?
Para resumir mucho, hablamos de cuatro “erres”. La primera, “reconocer” a Catalunya, su realidad nacional, y la manera de hacerlo es incorporar el artículo 5 del Estatut, que habla de los derechos históricos, a la Constitución española; la segunda son las “reglas”, hay un problema de competencias entre Gobierno central y comunidades autónomas y en las Constituciones federales lo que se hace normalmente es atribuir al Estado unas competencias y todas las demás son de las comunidades autónomas, en las comunidades con lengua propia, las competencias en materia de lengua, educación y cultura deberían ser competencia estricta de las comunidades; la tercera es la de los “recursos”, nosotros tenemos un sistema de financiación que es solidario y debe seguir siéndolo, pero queremos que se recoja también que quienes más aportan a la solidaridad, finalmente no se vean perjudicados por ello y acaben teniendo menos recursos que quienes reciben esa solidaridad; y la cuarta es “Representación”, las comunidades autónomas tienen un papel muy importante pero no tienen instrumentos de participación en la política del conjunto de España y creemos que la mejor manera de solventar eso es a través de un Senado federal con presencia de los Gobiernos autonómicos.
Hablamos de federalismo casi siempre en relación a Catalunya, pero ¿cree que el resto de españoles lo aceptarían?
Bueno, creo que si se explica bien sí, porque creo que a ningún español le gusta que haya duplicidad entre las administraciones, a ningún español le gusta que se pierdan recursos entre Gobiernos, a ningún español le gustará que en medidas como el “copago sanitario” las comunidades autónomas no participen… Por tanto, el federalismo da soluciones no sólo al encaje de Catalunya en el resto de España, sino también a las anomalías y disfunciones que hemos podido comprobar después de 35 años de vigencia de la Constitución.
Mas va a desvelar hoy su “hoja de ruta”, ¿Por dónde cree que pasará? ¿Plebiscitarias?
Eso es lo que ha dicho él siempre. Quiere unas elecciones en las que se dirima la independencia, quiere encabezar una lista por el sí a la independencia y yo creo que va a manifestar eso. Lo que no sé es si además situará en el calendario cuándo deberían celebrarse esas elecciones.
¿Cómo van a plantear ustedes esas elecciones?
Cuando se sepa, desde luego elegiremos un candidato, y plantearemos nuestra propuesta. Intentar reducir las elecciones a una expresión sobre independencia “sí o no” son un engaño. En las elecciones lo que se elige es un Parlamento por cuatro años, del cual ha de salir un Gobierno, un presidente, unas prioridades legislativas y presupuestarias. El plebiscito es sí a algo. Creo que las elecciones son algo más.
Usted prefiere agotar legislatura. De hecho, le ha ofrecido mano tendida a Mas para hacerlo. ¿El coste político no es demasiado para la situación en la que están ustedes.
Es que la verdad, no lo hago ni pensando en el PSC ni en Mas, sino en los catalanes. Ya venimos de unas elecciones anticipadas en la anterior legislatura, que sólo duró dos años. Y si en esta pasa lo mismo, habremos tenido tres elecciones en cuatro años. Creemos que eso es un error. ¿En qué habría que ocupar los próximos dos años? Nosotros tenemos cuatro prioridades concretas, que creemos que merecen la pena: relanzar la economía y crear empleo, proteger el Estado del Bienestar, regenerar la democracia y buscar un nuevo acuerdo con el resto de España que nos permita votar. Si es para eso, nosotros estamos dispuestos a trabajar, a colaborar y a dar estabilidad. Si es para otras cosas no.
Pero el presidente del Gobierno nunca ha estado por ese acuerdo… ¿espera que cambie algo ahora? El sábado, por ejemplo, en la visita a Catalunya…
La verdad es que no parece, porque hasta ahora Rajoy sólo ha sido capaz de decir una cosa en la que estamos de acuerdo, pero que no nos saca del problema que tenemos. Él dice “que se cumpla la ley”. Nosotros también estamos de acuerdo con eso, pero ¿qué hacemos para resolver el problema? Hasta ahora, no hemos recibido ninguna propuesta por parte del Gobierno del PP. Lo único que el PP está pidiendo es que le hagan propuestas los demás y con eso demuestra que no está a la altura de las circunstancias. Los que buscasen esa solución tendrían que ser el president de la Generalitat y el presidente del Gobierno de España. Y por ahora, sólo parecen capaces de encontrarse a través de los tribunales. Y eso es muy negativo para todos.
¿Es de los que creen que la postura del Gobierno, y especialmente de Rajoy, ha fomentado el independentismo en Catalunya?
Sin duda. Los catalanes lo que están deseando es un cambio, una mejora en las relaciones de Catalunya con el resto de España y sólo reciben un “no” de Rajoy. Y por tanto, algunos desisten de buscar esa relación y llegan a la conclusión de que la única salida es la independencia.
También han abandonado su partido tres de los miembros más críticos, como Marina Geli. Da la impresión de que se ahonda en la crisis del PSC…
Bueno, la verdad es que los compañeros que han llegado a la conclusión de que la única salida es la independencia, pues cambian de proyecto político. Y yo lo respeto, porque realmente si son independentistas, es lógico que no quieran mantenerse en el PSC.
Sin embargo, defiende usted que mantengan su escaño, ¿no es un poco incoherente?
Eso tendría que preguntárselo a ellos, todavía no hemos hablado desde su último anuncio y quiero saber cuál es su intención y tambien en función de cuánto va a durar la legislatura. Es diferente si estamos hablando de unas elecciones que van a ser ya a otra que se agota. Pero los que entrarían en contradicción son ellos, no nosotros.
¿No ha hablado con ellos entonces? ¿Desde el jueves?
No, desde el jueves no.
¿Teme que más miembros del PSC hagan lo mismo? ¿Teme la escisión?
Bueno, lo que creo es que se está produciendo una clarificación política y la gente que abandona la perspectiva federal y abraza el “sí-sí”, muy probablemente dejarán el partido. No es una buena noticia, en el sentido de que nunca es una buena noticia que alguien se vaya del PSC, pero por otro lado, creo que la coherencia política inevitablemente conduce a decisiones como éstas en los casos en que se cambia de proyecto político y se apuesta por la independencia, como ellos mismos han dicho.
Ustedes han sido contradictorios incluso con la postura del PSOE, ¿Le ha llamado al orden Pedro Sánchez alguna vez? A él no le gustaba la consulta…
A nosotros tampoco.
Sí votaron la Ley de Consultas, que tampoco le gustaba.
Nosotros siempre hemos dicho que no habrá solución que no voten los catalanes. Si alguien cree que tal como están las cosas se puede alcanzar una solución que los catalanes no puedan votar en las urnas, se equivoca. Ahora, es verdad que los socialistas nos hemos puesto de acuerdo en una reforma constitucional en la que todos los ciudadanos estarían llamados a opinar.
Le pregunto por Podemos. Tercera fuerza política en Catalunya según los sondeos. ¿Pactaría usted?
Pues cuando sepa qué proponen, si tenemos puntos de coincidencia sí.
Sánchez dice que no, no le gusta la idea. Ni nombra a Podemos.
Bueno, es que en Catalunya no sabemos todavía ni siquiera quién lo dirige. Así como en España se empiezan a conocer algunas cosas, en Catalunya todavía no. Por tanto, es muy pronto para definirse sobre estas cuestiones. Pero en la medida en que se vaya convirtiendo en una realidad y tenga una representación parlamentaria, pues, como con todos los partidos, habrá que hablar con ellos. En lo que estemos de acuerdo podremos colaborar, y en lo que no, no.
¿Le gustaría que el Senado se traslade a Catalunya?
Muchísimo. Es una idea que lanzó ya hace mucho tiempo Pasqual Maragall y nuestro candidato a la alcaldía, Jaume Collboni, la ha vuelto a recoger, y a nosotros nos parecería muy bien que las instituciones del Estado se descentralicen, puede haber alguna importante de ellas en Barcelona. Para nosotros sería un motivo de satisfacción y de integración política en el conjunto de España.