La exvicepresidenta del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, María Teresa Fernández de la Vega, ha dado cuenta este lunes de su alegría por el resultado en las elecciones griegas, ganadas por el partido izquierdista Syriza y en las que el Pasok, homólogo heleno del PSOE ha quedado reducido al 4,6% del porcentaje de votos: «Bravo por los griegos«, ha dicho.
Fernández de la Vega ha elogiado el liderazgo político de Syriza y su líder, Alexis Tsipras, al anteponer los intereses de los ciudadanos a las imposiciones de los mercados financieros y ha aplaudido su resultado electoral, en lugar de la actitud de la socialdemocracia europea, a la que le ha dado un buen tirón de orejas.
«La socialdemocracia europea no estuvo a la altura cuando gobernó en Europa«. Afirmación en velada referencia al último gobierno de los socialistas en España, del que fue sustituida como número dos en octubre de 2010, tras seis años como costalera de Zapatero, y a un año del adelanto electoral en el que el PSOE se desplomó. Considera que en algunas ocasiones el centroizquierda tuvo como objetivo mantener el poder antes que acometer las reformas necesarias para garantizar la igualdad y la participación de los ciudadanos.
«La socialdemocracia europea no fue capaz de contrarrestar a la derecha y al neoliberalismo radical, si es que lo intentó», ha censurado.
Contagio a otros países
«Los ciudadanos empiezan a despertar y lo que ha pasado en Grecia es un ejemplo de ello». Fernández de la Vega ha augurado que el fenómeno iniciado ayer en Grecia se extenderá al resto de Europa, también en España. Sin embargo, no ha querido opinar sobre el papel del PSOE en este nuevo escenario, en el que las encuestas le auguran nuevamente unos malos resultados.
Precisamente, también este lunes, el secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, ha llamado irresponsables a quienes hacen comparaciones entre España y Grecia. También se hacen entre el PSOE y el Pasok.
Dos discursos diferentes aunque la exministra ha puntualizado que no coincide en algunos de los postulados del partido que lidera Álex Tsipras: «No sé hasta qué punto es radical. A mí me da mucho más miedo la radicalidad de los partidos fundamentalistas de derecha«. También ha rebatido a quienes tachan al nuevo partido mayoritario en Grecia de pertenecer a la izquierda radical.
Con todas estas declaraciones, la que fuera vicepresidenta del último Gobierno socialista marca distancias con ese Ejecutivo y con algunas de las ideas lanzadas por el PSOE en los últimos días. Falta de liderazgo, lejanía con la población y sus problemas y el cumplimiento de la austeridad siguiendo los dictados designados de los mercados le hacen crear un discurso alejado de la postura centrista del PSOE.
Actualmente, de la Vega es consejera permanente del Consejo de Estado y presidenta de la Fundación Mujeres por África. Ha acusado a instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o la Comisión Europea de estar ajenos al sufrimiento de las personas que sufren los estragos de la crisis: «Están más preocupados por reducir el déficit que por disminuir el desempleo«, ha asegurado.
Así, ha urgido a consensuar un nuevo «pacto social» en el que ha pedido más Estado y más participación ciudadana para acabar con las políticas de austeridad y reconozca. Asegura que es importante la regulación estatal para garantizar la redistribución de la riqueza.
«Nos lanzan el mensaje de que la situación es muy mala, pero al mismo tiempo siguen imponiendo las viejas recetas, que ni disminuyen el desempleo ni mitigan la desigualdad», ha resuelto.