El portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky, la portavoz adjunta del PSOE en la Asamblea, Maru Menéndez, que apostaron por los candidatos ganador y derrotado, respectivamente, en el 38 Congreso Federal del partido, han coincidido hoy en apelar a la unidad en esta nueva etapa.
Lissavetzky, vocal en la Ejecutiva de Alfredo Pérez Rubalcaba, ha apelado al 80 por ciento de votos favorables cosechados por la nueva dirección para insistir en que el respaldo es «elevadísimo» y una «magnífica señal» en pro de la unidad.
Muy satisfecho por el resultado del Congreso, ha hecho hincapié en que ahora el PSOE «tiene que dar el do de pecho» y «trabajar duro para intentar dar respuesta» a los problemas de la sociedad.
Por su parte, Maru Menéndez, que repite en la Ejecutiva, ha coincidido en la idea de fortaleza después del cónclave y ha argumentado que el partido tiene una tarea por delante muy difícil, que exige «construir un proyecto desde la unidad, lo cual no quiere decir desde la uniformidad».
Para la ex ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, lo importante es que el partido trabaje unido, con independencia de lo que haya votado cada uno en el congreso federal, y permanezca aglutinado «detrás del líder».
«Así ha sido siempre y así debería ser», ha anotado Jiménez, quien está segura de que el PSOE ha salido de Sevilla fortalecido.
Es la misma idea a la que se ha referido esta mañana el secretario general del PSM, Tomás Gómez, que ha negado que se le pueda considerar «crítico» con la nueva Ejecutiva Federal socialista de Alfredo Pérez Rubalcaba, aunque apoyase a Carmen Chacón, y ha defendido que ahora es «tiempo de trabajo y tiempo de unidad».
Todos los miembros de la nueva dirección federal del PSOE han cerrado filas hoy con el secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, en un llamamiento a la unidad que ha resumido el presidente del partido, José Antonio Griñán, con una frase: «Ésta es la Ejecutiva de todos».
Después del 38 congreso federal celebrado este pasado fin de semana en Sevilla, la nueva Ejecutiva socialista se ha reunido por primera vez en la sede madrileña de la calle Ferraz, presidida por Rubalcaba, a la que no ha asistido el nuevo secretario de Relaciones Políticas, Patxi López, por problemas de agenda.