El presidente electo de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, se alista hoy para asumir el próximo jueves el mandato de cinco años (2016-2021), al tiempo que la opositora Fuerza Popular mantiene la expectativa sobre un eventual indulto para el exmandatario Alberto Fujimori.
El economista de 77 años dedica los últimos días a las reuniones de coordinación con los integrantes de su futuro gabinete, encabezados por Fernando Zavala, y a definir los temas de su primer mensaje a la Nación, después de jurar el 28 de julio al cargo en el Congreso.
Kuczynski ganó en segunda vuelta en una reñida competencia electoral a Keiko Fujimori, la hija mayor del expresidente Alberto Fujimori, actualmente encarcelado, y los comicios determinaron también que el partido fujimorista Fuerza Popular tenga mayoría en el Parlamento.
El partido de Kuczynski será la tercera bancada más numerosa, con 18 integrantes, detrás de Fuerza Popular con 73 y el izquierdista Frente Amplio con 20 legisladores.
La población peruana, que asciende a 30 millones de habitantes, espera que Kuczynski anuncie medidas urgentes contra la delincuencia e inseguridad ciudadana, uno de los temas más criticados al saliente gobernante Ollanta Humala (2011-2016), de acuerdo a la opinión del 75 % de encuestados por la firma GfK.
Los casos de sicariato, extorsión, secuestro y asalto de bandas organizadas en Lima y otras ciudades del país provocaron que el gobierno declarase en emergencia la provincia portuaria del Callao para permitir la presencia de patrullas conjuntas de policías y militares y así desarticular a las organizaciones criminales.
No en vano, Humala concluye su gestión con el 73 % de desaprobación y el principal motivo de decepción es el aumento de la inseguridad ciudadana (58 %), además de darle «demasiado poder» a su esposa Nadine Heredia (55 %).
La saliente primera dama se erigió en una probable sucesora del partido gobernante Nacionalista, aunque sin poder postular inmediatamente después de su esposo por impedimento legal, pero su excesivo protagonismo en el gobierno terminó por atraer más problemas a Humala.
Los indicios de presuntos malos manejos económicos en el partido Nacionalista han derivado en una denuncia por supuesto lavado de activos contra Heredia, varios integrantes de su familia y colaboradores, y que se puede extender a Humala cuando deje el gobierno.
Humala y su familia encabezaron hoy en Palacio de Gobierno el cambio de guardia montada, en un patio que da a la céntrica Plaza de Armas, en una de sus últimas ceremonias públicas.
El presidente ha evitado comentar con la prensa la petición de indulto recibida el viernes pasado del expresidente Fujimori, condenado a 25 años de cárcel por violaciones a los derechos humanos, una solicitud similar a la que él mismo rechazó en 2013.
La Comisión de Gracias Presidenciales, del ministerio de Justicia, evaluará la solicitud para decidir si cumple con los requisitos para ser tramitada.
La petición de indulto requiere de meses de análisis y de reunir pruebas, razón por la cual su eventual aceptación y resolución estará en manos del próximo gobierno de Kuczynski.
El legislador Julio Gagó había planteado al presidente electo que anunciase un indulto para Fujimori, en su primer discurso a la Nación, como una señal de reconciliación política, a lo cual Kuczynski respondió que había ninguna base para pedir eso.
Kuczynski ha dicho en varias oportunidades que está en contra de otorgar un indulto a Fujimori y que más bien estaría a favor de firmar una ley, propuesta por el Congreso, que le permitiese terminar de cumplir su sentencia en su casa.
La líder del Frente Amplio y excandidata presidencial Verónika Mendoza ha reiterado su rechazo a la eventual liberación de Fujimori, mientras que otras fuerzas políticas han señalado que se trata de una estrategia política para condicionar el apoyo de Fuerza Popular al gabinete de Kuczynski y a las primeras medidas gubernamentales que anuncie.
Fujimori, de 77 años, fue condenado en 2009 a 25 años de prisión por secuestro agravado y asesinato, cometidos por el grupo militar encubierto Colina, y tiene otras sentencias menores por delitos de corrupción.
Aunque suele ser atendido por diferentes dolencias de salud en clínicas particulares, Humala declaró en 2013 que no le correspondía el indulto humanitario pues su vida no estaba en peligro.