Juan Carlos Rodríguez Ibarra (Mérida, 1948), expresidente de Extremadura entre 1982 y 2007, peso guerrista en la época de Felipe González, un barón regional y ahora un veterano socialista sin cargo orgánico piensa que el PSOE no ha tocado fondo, tras obtener el pasado 20-N los peores resultados en unas elecciones generales y registrar severas derrotas en Galicia y País Vasco.
Ibarra considera que se perdió una gran oportunidad para renovar el partido en el Congreso federal de Sevilla que eligió a Alfredo Pérez Rubalcaba secretario general. Pero confía todavía en Rubalcaba para pilotar la máquina de la renovación del discurso y la política. En su opinión, la “perdición” han sido las primarias porque el partido se ha centrado en el liderazgo, y no en el proyecto, y advierte de que mientras esto no cambie, el PSOE será lo de ahora: “Casi un partido nulo que se mueve por idearios, prontuarios y templarios, que se ha distanciado de la sociedad”.
Sobre las relaciones entre PSOE y los socialistas catalanes, Ibarra sostiene que debe revisarse la asociación de «dos partidos diferentes». Al PSC, que apoya el referéndum aunque sea para decir no a la independencia, le advierte de que nunca entenderá que la soberanía se trocee. «No entra dentro de mis planteamientos, que son más nobles».
1. ¿Cómo ha llegado el PSOE hasta esta situación de declive? Una crisis que urge una renovación ideológica, según la propia dirección…
Entre todos hemos contribuido a deteriorar la imagen de un partido que en lugar de andar a agachados por España debería como mínimo sacar la cabeza y sacar pecho. Ha sido el partido que contribuyó acabar con el golpismo, a introducirnos en la UE, que ha universalizado la sanidad y educación… En los años 1979 y 1982 el partido hizo una operación muy inteligente; hacer que el partido abandonara su radicalismo y excesiva ideología, porque veníamos de 40 años de clandestinidad y catacumba, pero no teníamos capacidad de partido hegemónico de España. La idea era que no solo gozara de la voluntad y aceptación de la izquierda, sino que la clase media nos viera como partido fiable. Hicimos un partido moderno, conectado con una sociedad de aquel tiempo, que es distinta de la época de la clandestinidad.
Ese fue nuestro éxito. Pero el error fue un hiperliderazgo excesivo de Felipe González, con Alfonso Guerra y Ramón Rubial. Se admitía el debate hasta la saciedad, hasta conseguir con extenuación que el proyecto de Felipe González llevara razón, y muchas veces la llevaba. Pero cuando Felipe González abandona la secretaría general tras la derrota de 1996 perdimos la oportunidad de hacer esa operación 1979 y 1982, de fijarnos en la sociedad de ese tiempo para que el PSOE se entroncara en la sociedad y aspirara a ser el partido hegemónico del centro izquierda, y no el partido mayoritario de la izquierda. Y lo que hicimos fue fijarnos en la elección del líder e inventamos lo de las primarias que fue la perdición del PSOE, porque le dimos tanto poder al secretario general como nunca en la historia del PSOE. Y acabó eliminándose el debate interno.
Porque ni Zapatero ni Almunia, también Rubalcaba, no eran tan poderosos ni tenían tantos proyectos en la cabeza como Felipe. Hoy el PSOE es casi un partido nulo, que se mueve por idearios, prontuarios y consignas y eso nos ha distanciado de la sociedad. En el Congreso Federal de Sevilla se perdió una gran ocasión de haber entroncado en la sociedad.
«El PSOE necesita a gente osada, dispuesta a arriesgarse y a fracasar»
2. No se renovó el discurso…
Hemos renovado el liderazgo, pero no el proyecto. Hemos cambiado el liderazgo con un hiperpoder excesivo y hemos dejado un proyecto anclado en el pasado (…) Hoy la juventud no entiende la democracia desde el punto de vista piramidal, sino horizontal, en red. Ahí el PSOE debería engarzar, entender como se mueve la sociedad y la juventud que tiene capacidad de transformar, y además de generar un debate. Intercambiar opiniones entre todos.
3. ¿Qué secuelas ha dejado el zapaterismo en el partido?
A mí me parece injusto que se le eche la culpa a Zapatero, que es bastante responsable de lo bueno y lo malo que se hizo en su tiempo. Extendió los derechos civiles en la primera legislatura, hoy mismo –por el 6 de noviembre- el Tribunal Constitucional decide sobre la ley de matrimonio homosexual (avalada). Pero después se perdió una gran oportunidad para adaptar al PSOE a la nueva realidad y sobre todo, Zapatero no fue capaz de hacer un discurso para explicar la situación difícil y complicada a la que se enfrentaban la economía y sociedad española. Pero él no fue el único responsable; estaba en una comisión ejecutiva federal y comité que le aplaudían y daban por bueno las medidas que adoptaba. Somos herederos de todo lo que se hizo. Y como consecuencia, del hiperliderazgo que nos ha sumido en esta crisis profunda.
4. ¿Hay que cerrar del todo el zapaterismo?
Yo creo que sí, que hay que empezar otra época. El PSOE debe hacer un ejercicio de reflexión. También, imaginar la sociedad en 2030. Después de lo que hemos visto en los últimos 10 y 15 años, seguimos gobernando sin que no existiera youtube, las redes sociales. Creo no nos estamos preparando para la sociedad del futuro. Ahora hay que llamar a los jóvenes y hacer un pacto con ellos; yo les doy mi apoyo para proyectos que hace 20 años eran impensables y ahora son razonables.
5. Y en esa nueva época, ¿está preparado Rubalcaba para pilotar la máquina de la renovación?
Cuando aposté por Rubalcaba pensaba que, puesto que había vivido la situación del 79 y los años ochenta de modernización y transformación del partido, creí que era la solución para modificar y transformar el PSOE teniendo en cuenta su experiencia acumulada, frente a Chacón que en mi opinión eran la continuación del zapaterismo. El tiempo está pasando y me da la sensación de que Rubalcaba no quiere avanzar por ese camino, pero está capacitado para hacerlo…Espero que lo haga. Confío en que nos olvidemos de cómo elegir el líder, de cómo se hacen primarias, secundarias o terciarias, que no interesan a nadie. Tenemos que hacer creer a la gente que el PSOE tiene el proyecto de transformación social, que haga posible que la nueva sociedad encuentre su acomodo.
«Es un disparate que alguien se proponga como líder»
6. ¿Ve ahora algún activo que pueda suceder a Rubalcaba al frente del PSOE? Entre los nombres que suenan, Patxi López, Emiliano García Page… ¿apuesta por alguno?
A mí me parece un disparate que alguien se proponga como líder. Mi cultura de partido va por otros derroteros. Recuerdo lo que decía Ramón Rubial sobre que todo aquel que en el partido pida algo, por principio no se le da. Uno tiene que trabajar y esperar a que se fijen en él. No soy de los que se proponen, por eso soy enemigo de las primarias. (…) Cada vez que hace falta, un partido encuentra a su líder, lo tiene delante de sus narices pero no lo ve. ¿Activos? ¡Cómo no va a haber entre casi 200.000 militantes! Lo que hace falta es verlo, y primero hay que buscarlo y, después, escucharlo. No sé si el partido está en ese proceso.
Ahora dirige Rubalcaba, sobre el que se está poniendo toda la responsabilidad de los resultados en el País Vasco y Galicia. En mi cultura de partido, cuando uno pierde se marcha para su casa. Rubalcaba perdió antes y esta vez, quienes perdieron fueron los dos candidatos, dos compañeros a los que admiro y quiero, sobre todo a Patxi, que es excelente, al que guardo gran respeto por ser socialista vasco. Si ellos hubieran dicho nos vamos, la presión sobre Rubalcaba hubiera descendido. Cuando uno se va no quiere decir que sea malo. En fútbol cuando el entrenador quita a un jugador, por ejemplo, Xavi, que es buenísimo, no significa que sea malo, pero a lo mejor en ese momento se necesita a otro por estrategia en ese partido.
«El PSOE no ha tocado fondo. La franquicia no da derecho a todo»
7. ¿Ha tocado fondo el PSOE?
Nunca se toca fondo. Hace años el Partido Socialista italiano era junto a la Democracia Cristiana las dos formaciones más importantes en este país y ahora han desaparecido. También, el Partido Socialista griego que ha sido casi fundador de la democracia griega moderna se ha quedado hoy con el 12% de los votos. Y el Partido Laborista de Israel tiene ocho diputados. No hay fondo para un partido de izquierda cuyos votantes y electorales son más exigentes que los partidos de derecha. Yo no veo que haya tocado fondo el PSOE y a partir de ahora vaya a crecer. La franquicia no da derecho a todo, y el tiempo no lo cura todo. El PSOE tiene que reflexionar profundamente y adaptarse a la sociedad cuya materia prima es la inteligencia, que es muy distinta a la industrial de hace 20 años. El partido debe intentar apostar por la gente osada, que esté dispuesta a arriesgar y fracasar, que quiera utilizar la inteligencia para hacer proyectos que añadan valor y trabajo a este país.
8. En un artículo que publicó en ‘El País’ habló de que en el PSOE existe un baile de la silla para ocupar puestos de mando, mientras no hay debate de verdad sobre el proyecto y falta conexión con la sociedad. ¿Ve solución a ese baile? ¿Ha visto recientemente algún empujón?
Si escucho la opinión del líder de los socialistas catalanes, no veo mucha solución. La respuesta a ese artículo fue la de como siempre, de insulto, la descalificación e intento de humillación. Pere Navarro decía que Rodríguez Ibarra ya no es nadie en el PSOE. Confunde el poder político con autoridad moral. No tengo ningún cargo de responsabilidad institucional ni de partido, pero como yo, casi 200.000 militantes más. Creo que es un desprecio a los militantes a los que solo se les considera importantes cuando ocupan cargos de responsabilidad. Considero que son importantes al margen de que dirijan ideas o peguen carteles. Si consideramos que quien no tiene cargo institucional u orgánico no es nadie en este partido, pues seguirán quienes no arriesgan nada y siguen pegado a la silla para que cuando deje de tocar la música puedan tener su sitio y sentarse, aunque sea para estar y no hacer nada. En este momento, habría que buscar una mezcla entre los veteranos y gente joven en el partido para diseñar el proyecto.
«Defender una España plural es más noble que trocear la soberanía»
9. El PSC defiende un referéndum en Cataluña para decir no a la independencia, pero el PSOE se opone a una consulta y al derecho a decidir. ¿Acabará siendo una opción fácil el divorcio PSOE-PSC?
Si el PSC sigue manteniendo su propuesta de que la soberanía del pueblo español recae en una parte de ese pueblo, yo no voy a aceptar eso nunca, salvo que se modificara la Constitución pero siguiendo sus normas. Si no, no voy a aprobar que el PSOE acepte que la soberanía se trocee. Entre un nacionalista que plantea un conflicto entre el centro y la periferia, y un socialista que propone que el Estado sea un instrumento para poder hacer proyecto de igualdad y solidaridad entre todos los españoles, me quedo con lo segundo. Mi sentimiento de entender el estado como instrumento donde uno se sienta cómodo para hacer un proyecto de igualdad es mucho más noble que los que dicen vamos a trocear la soberanía para ver si nos vamos o nos quedamos. Si el PSC sigue manteniendo su posición, estaré en contra. Y una de dos, o mi partido se muestra tajantemente en contra de esa posición, o habrá que volver discutir sobre cómo se establece una asociación de dos partidos que en este momento son diferentes.
10. Pero el discurso de Ferraz es oponerse al derecho a decidir, pero comprender al PSC, ¿cuál es la razón de esa comprensión?
Yo creo que no se puede comprender. No les voy a apoyar, no están dentro de mi pensamiento, de mis planteamientos que son más nobles. Me da mucho coraje que esta España por la que muchos suspirábamos cuando había dictadura, que es plural, diversa, descentralizada, demócrata y un instrumento para la igualdad, sea ahora desacreditada y deslegitimada por los que intentan a hacer un proyecto de separación de la soberanía nacional.
«Apoyo una España federal, pero con todos iguales»
11. Las desavenencias con el PSC revelan el lío en el PSOE a propósito del debate territorial…
El debate territorial en el PSOE exige una revisión. No tengo inconveniente en que España sea federal. En un comité federal se lo dije al secretario de los socialistas catalanes, pero ¿qué federalismo quieres?. Todo el mundo habla de esto, pero nadie concret. Parece que es un debate para profesores de derecho constitucional ¿Se parece a Alemania? Porque si es así, las autonomías deberían devolver algunas de las competencias al Estado central, porque España tiene distribuidas más competencias que la Alemania federal. Si me dicen que sea como la Alemania federal, yo firmo mañan. Eso sí, todos los ciudadanos tienen los mismos derechos independientemente de donde vivan. Tengo que pagar por ser ciudadano y no en función de donde viva (…) Las discrepancias en el tema territorial nos están lastrando. Es un tema, además, que no interesa a nadie.
12. ¿Ha hablado recientemente con Rubalcaba?
No, desde mi situación actual no hablo con gente de la dirección de mi partido.
13. ¿Y le gustaría participar en el debate interno?
Por supuesto, me gustaría mucho participar en el debate, porque creo que algo sé, llevo más de 40 años en política.