La Guardia Civil investiga el posible desvío de armas procedentes del mercado negro a grupos yihadistas tras desarticular una trama que operaba en España y que se dedicaba a comprar armas inutilizadas en el extranjero, las reparaban y las volvían a poner en circulación. Según ha informado el Instituto Armado, han sido detenidas siete personas y se les han incautado 99 armas de diferentes modelos y 21.000 cartuchos
Los arrestados contaban con un taller en Alicante. Los investigadores creen que en esa localidad vendieron al menos 20 armas aunque su punto de venta habitual estaba en Málaga, donde se sospecha que vendieron otro centenar de armas en el mercado negro. Los responsables de la investigación no ocultan el «posible riesgo de desvío hacia grupos yihadistas».
Por este motivo se investiga el destino final que se le otorgó aquellas armas vendidas. Estos trabajos se enmarcan en la »operación Taronja» desarrollada a nivel europeo coordinada por Europol. El Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) ha detectado ya cerca de 200 indicios de conexión entre el terrorismo yihadista y grupos dedicados a la delincuencia organizada, según los datos con los que cuenta el Ministerio del Interior.
Se ha detenido a 7 personas en las provincias de Alicante, Málaga, Murcia, Vizcaya, Navarra, Cantabria, Burgos, Barcelona, Sevilla, Cádiz, Córdoba y Las Palmas de Gran Canaria a los que se les imputa los delitos de Tráfico de Armas, Depósito de Armas de Guerra, Depósito de Municiones, Tenencia Ilícita de Armas o Contrabando.
Los miembros de la organización adquirían en el extranjero las armas inutilizadas, muchas de ellas de guerra (fusiles de asalto y subfusiles), que posteriormente manipulaban para ponerlas de nuevo en condiciones de disparar y efectuar fuego real. Dichas armas eran introducidas ilegalmente en el país a través de paquetes postales, por lo que al no estar registradas en las bases de datos nacionales podían ser desviadas al mercado ilegal con total impunidad.