El expresidente del Banco Espírito Santo (BES) Ricardo Salgado fue interrogado hoy por la Fiscalía portuguesa como sospechoso del caso de corrupción que implica al ex primer ministro luso José Sócrates.
Según informó la Fiscalía en un comunicado, Salgado es sospechoso de haber cometido crímenes de corrupción, abuso de confianza, tráfico de influencias, blanqueo y fraude fiscal.
Salgado es la cara visible de la quiebra del BES y, además de presidir el banco, lideraba uno de los cinco clanes familiares que controlaban todo el Grupo Espírito Santo, el mayor emporio empresarial de Portugal hasta su desplome en verano de 2014 tras detectarse irregularidades contables.
Aunque las autoridades no ofrecieron más detalles sobre su implicación en el caso Sócrates, la prensa lusa apunta a que Salgado está siendo investigado por transferir dinero desde el Grupo Espírito Santo a cuentas en Suiza y a nombre de Carlos Santos Silva, considerado testaferro del antiguo jefe del Gobierno luso.
Estas transferencias podrían constituir sobornos de hasta 20 millones de euros a cambio de facilitar negocios que beneficiasen a miembros del Grupo Espírito Santo.
El caso Sócrates salió a la luz en noviembre de 2014, cuando el ex primer ministro fue detenido en el aeropuerto de Lisboa por sospechas de corrupción, blanqueo fiscal y fraude fiscal, aunque más de dos años después aún no ha sido emitida ninguna acusación formal sobre él y está previsto que haya una decisión en marzo.
Éste es el tercer proceso judicial en el que está implicado Salgado, que también es sospechoso en el caso Espírito Santo -que investiga el derrumbe del banco que dirigió entre 1992 y 2014- y en el megacaso de blanqueo de capitales Monte Branco.
El exmagnate llegó a estar bajo arresto domiciliario, pero a finales de 2015 salió en libertad condicional y está obligado a presentarse de forma periódica ante las autoridades.