Todos los catalanes están tomando partido. A este punto se ha llegado en Cataluña tras décadas de hegemonía nacionalista en los planos político y cultural, y especialmente por unos últimos años en los que la Generalitat presidida por Artur Mas ha agitado el independentismo. Y todo ello bajo la amenaza de convocar un referéndum al margen de la ley sobre la independencia de Cataluña el próximo 9 de noviembre.
Por todo ello, el actor principal de esta Diada está siendo la división entre los catalanes. La Cataluña »oficial» se ha concentrado en torno a los actos convocados por la Generalitat. Ayer Mas, junto a la presidenta del Parlament, Núria de Gispert, y el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, hicieron una ofrenda floral en el Fossar de les Moreres, espacio simbólico del independentismo catalán que rinde homenaje a los defensores de la ciudad en el sitio de 1714 y que no contó con la presencia de PP, Ciutadans y PSC, que nada entre dos aguas debido a que hoy sí ha partipado en la ofrenda floral ante el monumento a Casanova.
Porque esta mañana hasta la Plaza Comercial se han desplazado todos los partidos independentistas para »rendir honores» al que consideran padre de la patria catalana. CIU y ERC han acaparado el protagonismo en el primer acto de esta Diada en el que sólo han faltado PP y Ciutadans. En este contexto Artur Mas ha dicho que esta Diada es «especial y diferente porque es la previa a la convocatoria de la consulta del próximo 9 de noviembre», además de conmemorarse los 300 años de la caída de Barcelona ante las tropas borbónicas.
»Votaremos y ganaremos»
Este brecha en el seno de la política y la sociedad catalana se ha agravado por la tarde en los distintos actos convocados por separatistas y constitucionalistas. En Barcelona la Asamblea Nacional Catalana ha celebrado a las 17.14 un acto en la Vía Catalana en forma de «V» para «demostrar tanto a España como al mundo, que somos un pueblo en marcha», dice la presidenta del Parlament, Nuria de Gispert.
El acto independentista ha terminado con un acto en el que en el escenario principal, una chica que el 9 de noviembre cumplirá 16 años -la edad mínima para participar en la consulta- ha depositado un voto en una urna para simbolizar que ese día podrá votar. Más tarde, la presidenta de la Assemblea Nacional Catalana, Carme Forcadell, ha instado al presidente de la Generalitat, Artur Mas, a poner las urnas para que en el próximo 9 de noviembre pueda celebrarse una consulta soberanista: «Votaremos y ganaremos». «Hemos llenado las calles y el 9-N llenaremos las urnas», ha afirmado.
Luego vendría el baile de cifras sobre la participación en la Diada. La Guardia Urbana de Barcelona ha cifrado en 1,8 millones los participantes en las manifestaciones del 11 de septiembre en la ciudad condal. Esta cifra supera a la del año pasado, cuando 1,5 millones de catalanes salieron a las calles de Barcelona. Claro que para la Delegación del Gobierno las cifras son muy diferentes, ya que han cifrado entre 470.000 y 500.000 los ciudadanos que han acudido a las marchas independentistas.
En realidad, los decibelios ya habían subido por la mañana cuando el líder de ERC, Oriol Junqueras, afirmó que si el 9-N hay 2 millones de personas en la calle y 8.000 colegios abiertos es muy difícil que no pueda celebrarse la consulta, algo que no contempla aunque no lo permitan los tribunales. Un poco más tarde una treintena de miembros del grupo de ultraderecha Alianza Nacional se ha manifestado en el barrio barcelonés de El Raval a favor de la unidad de España. Se han vivido momentos de tensión pero no se han producido incidentes.
Lejos de calmarse las cosas, el centro de Barcelona también fue protagonista del incidente que sufrió el presidente de Ciutadans, Albert Rivera, que tuvo que ser escoltado por la policía cuando era increpado e insultado tras ser entrevistado por un canal de televisión en la plaza de Cataluña. Tras la entrevista, Rivera comenzó a recibir insultos y, al ver la tensión que se iba generando por parte de ciudadanos con simbología independentista que le increpaban, Mossos d»Esquadra de paisano protegieron su salida del set para evitar males mayores.
Recuperar el sentido común
Por su parte, los partidarios de la unidad de España están celebrando un acto en Tarragona organizado por Societat Civil Catalana. Miles de manifestantes se han concentrado en contra de la consulta soberanista del 9 de noviembre y a favor de la «reconciliación» esta tarde en el centro de Tarragona, bajo el lema «Recuperem el seny, recuperem la senyera».
La manifestación arrancó sobre las 18.40 horas de la Rambla Vella, cuando un nutrido grupo de ciudadanos ha portado una »senyera» (bandera catalana) de cincuenta metros hasta la rotonda del Circo romano de la ciudad, lugar de la concentración.
En la marcha ha participado la presidenta del PP de Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, que ha señalado que el independentismo «está de capa caída porque en algunos tramos de la »V» se han tenido que colocar lonas para cubrir huecos». «La participación ha bajado porque el independentismo está en un final de etapa», ha afirmado.
La entidad que preside Josep Ramon Bosch ha desplegado una bandera catalana de 50×12 metros desde la Rambla Vella hasta el Anfiteatro romano. Tras la exhibición de la »senyera», que consideran una bandera de unidad frente a la »estelada» independentista, el vicepresidente de la entidad, Joaquim Coll, hará un discurso basado en la recuperación de la bandera catalana.
Luego, el acto se trasladará a la rotonda del Circo romano, donde habrá actuaciones musicales y los discursos de Bosch y de la vicepresidenta Susana Beltrán, que harán un llamamiento a recuperar el «sentido común». A las 21.00 horas aproximadamente, se proyectará un vídeo en tres dimensiones de contenido histórico sobre la muralla de la ciudad y la Torre del Pretor, y acabará con un mensaje de despedida sobre las 21.20. Coll ha argumentado que SCC ofrece una Diada de la reconciliación de los catalanes frente a los actos «belicistas» del presidente de la Generalitat, Artur Mas, al que acusan de manipular la Guerra de Sucesión.
Primera manifestación en la Diada de los no separatistas
Al acto han acudido, entre otros, la citada Sánchez-Camacho, el líder de Ciudadanos Albert Rivera; la exministra de Defensa y actual responsable de Relaciones Internacionales del PSOE, Carme Chacón, y el portavoz de UPyD en Catalunya, Ramon de Veciana; además, el exministro socialista Josep Borrell ha transmitido su apoyo al acto.
El líder de Ciutadans ha acusado a Mas de «irresponsable» por haber provocado con el proceso soberanista que la Diada enfrente a unos catalanes contra otros, y ha puesto como ejemplo unos insultos que ha recibido él mismo cerca de la plaza de Catalunya de Barcelona. Además ha lamentado que algunos catalanes como él sean insultados por otros ciudadanos durante la Diada: «Mas y Junqueras han dividido a la sociedad catalana en dos». «Los responsable de todo lo que pasa no son los que insultan, sino aquellos que señalan y ponen en la diana a los que defendemos la pluralidad en Catalunya».
Las direcciones de PP y C»s han apoyado abiertamente la concentración, mientras que el PSC no ha dado ninguna consigna a sus militantes, argumentando que son ciudadanos antes que afiliados, por lo que tienen la «libertad» de ir donde quieran. Tras las diadas de 2012 y 2013, en las que el independentismo ya salió multitudinariamente a la calle, este 11 de septiembre es el primero que los contrarios al soberanismo catalán se organizan desde una entidad social para convocar su propio acto.