Las numerosas protestas contra la toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos en muchas ciudades del país se saldaron con incidentes aislados, como bloqueo de transporte público y enfrentamientos verbales entre detractores y seguidores del magnate.
Lejos de los severos incidentes registrados en Washington, donde fueron detenidas al menos 217 personas tras enfrentamientos entre manifestantes y policías, las marchas y protestas en otras grandes ciudades discurrieron con tensa calma.
En San Francisco un grupo de manifestantes se encadenó para impedir el funcionamiento de una línea de tren regional, mientras otro interrumpía el tráfico en el área de negocios de la ciudad.
Las grandes empresas han sido uno de los objetivos de los manifestantes, que denuncian la falta de legitimidad de Trump y protestan contra de lo que representa el magnate neoyorquino y las amenazas que ha proferido contra grupos minoritarios e inmigrantes en situación irregular.
También en San Francisco medio centenar de manifestantes bloqueó las oficinas centrales de la empresa de transporte Uber, cuyo director ejecutivo, Travis Kalanick, ha sido asesor de Trump, mientras otro grupo marchó hacia la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, en inglés).
Distintas ciudades de California como Sacramento, Oakland, San Diego y Bakersfield, entre otras, también fueron centro de protestas de aquellos que no están de acuerdo con las políticas que ofrece desarrollar el republicano Trump.
«La nueva administración no nos encontrará sentados mientras ellos deciden acabar con programas claves como ACA y DACA», advirtió Angélica Salas, directora ejecutiva de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Ángeles (CHIRLA).
La activista aseguró que hay planes muy concretos para utilizar el poder económico y laboral de los inmigrantes con objeto de evitar las deportaciones.
En Los Ángeles, en medio de la lluvia, se realizó una marcha que comenzó en la tradicional esquina de Olympic y Broadway, donde se han originado decenas de protestas de inmigrantes.
«Los necesitamos a todos ustedes para organizarnos y tomar las calles para proteger nuestros cuerpos, voces y dignidad», declaró Jorge Gutiérrez, director ejecutivo del Movimiento de Liberación Trans Queer Familia, en una declaración enviada a Efe.
La manifestación se desarrolló bajo el lema «Construyamos puentes no muros. Paremos a Donald Trump», y, junto con al menos otras dos marchas efectuadas también en el centro de la ciudad, movilizó a «varios miles de asistentes», según los organizadores.
En la Universidad de Texas, en Austin, cientos de personas mostraron su oposición a los planes de Trump, en una protesta que vivió momentos de tensión cuando manifestantes acosaron a algunos partidarios del nuevo presidente estadounidense al rodearles y gritarles: «¡Fuera, fuera, fuera! ¡Nazi, nazi, nazi!».
En Nueva York, participantes en una de varias protestas bloquearon el tráfico frente a la Torre Trump, lo que llevó a que se produjeran algunas detenciones.
La Plaza Daley de Chicago fue escenario de la protesta de la «Resistencia contra Trump», organizada por el Movimiento por el 99 %, para exigir que no se deporte a inmigrantes sin documentos en regla, apoyar el movimiento Black Lives Matter y estar unidos contra los delitos de odio.
«Tenemos que organizarnos y resistir. Tenemos que estar en las calles. Tenemos que crear desorden civil», aseguró la activista Darletta Scruggs en una declaración presentada por la Alternativa Socialista de Chicago, una de las organizaciones que hoy formaron parte de las protestas.
Milwaukee (Wisconsin) también fue testigo de protestas en oposición «desde el primer día» a la nueva administración de Trump.
«Nuestra meta es prevenir ataques contra las mujeres, los inmigrantes, los refugiados, y la gente del colectivo LGBTQ», declaró Marisela Aguilar, miembro de la Coalición Contra Trump.
En Atlanta (Georgia), una veintena de organizaciones realizaron una marcha por el centro de la urbe a la misma hora de la toma de posesión de Trump para pedir a las autoridades locales que declaren esa ciudad «santuario para los inmigrantes».