La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha llamado a la reflexión ante el debate sobre la ley de consultas que hoy celebra el Parlament de Cataluña y ha apelado a «unir y no dividir», a no generar fracturas y a cumplir la ley y la Constitución.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Sáenz de Santamaría ha hecho hincapié en las diferencias entre el modelo escocés y Cataluña, y ha recordado que España tiene uno de los márgenes más altos de autogobierno autonómico y es uno de los Estados más descentralizados del mundo, «si no el que más».
Asimismo, ha insistido en que el referéndum en Escocia se ha desarrollado cumpliendo las reglas democráticas, ya que fue autorizado por el Parlamento británico, y de acuerdo a las leyes del Reino Unido.
Reglas que son diferentes en España, ya que es la Constitución, que votaron todos los ciudadanos, la que establece que las decisiones sobre la soberanía corresponden al pueblo español en su conjunto.
Por ello, ha añadido: «Respetamos los procedimientos democráticos que se siguen en otros Estados con arreglo a sus reglas, igual que recabamos de otros el respeto a nuestras reglas. No partimos ni de la misma legislación ni del mismo desarrollo del autogobierno».
La vicepresidenta ha apelado al respeto a esas reglas, que en España «son las que son», ha insistido. tras recordar que tanto el Tribunal Constitucional, por unanimidad, como el Parlamento han dejado claro que no se pueden celebrar referéndum de autodeterminación.
«Todos estamos obligados a respetar las leyes», ha advertido Sáenz de Santamaría, quien no obstante ha vuelto a mostrar la disposición al diálogo del Gobierno, siempre cumpliendo la ley, como se hace en otros estados.
Preguntada por si hay márgenes para mayores concesiones a Cataluña -como ha anunciado el primer ministro británico, David Cameron, respecto a Escocia-, Saénz de Santamaría se ha remitido al proceso de financiación autonómica, que aún «tiene que actualizarse», cuando la superación de la crisis y la recuperación económica lo permita.
No obstante, y tras destacar que es el momento para la estabilidad y «para trabajar juntos, ha sido clara al rechazar que esa negociación se vincule a «ningún proceso».
Lo que no puede plantearse es «incumplir la legalidad para ver que obtengo» o que «alguien diga que no va a cumplir la ley a ver si me dan algo», ha dicho la vicepresidenta, quien ha insistido en que «las cosas deben hacerse dentro del marco democrático».