El 17 de septiembre de 2012, la entonces presidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre daba la sorpresa a los medios convocando una rueda de prensa para anunciar que dejaba la política activa.
Con la voz entrecortada en algunos momentos, Aguirre admitió que quería pasar más tiempo con su familia y que en su decisión algo había influido el cáncer de mama que padeció y del que está curada.
«Tengo una enfermedad seria y grave de la que presuntamente estoy curada», aseguró, antes de especificar que el día 25 de ese mes tenía una revisión habitual de control de su dolencia.
Junto al cáncer, señaló que habían influido otros «acontecimientos personales» vividos en los últimos años, como la llegada de sus nietos, y consideró que había llegado el momento de estar más cerca de los suyos, toda vez que «siempre» ha pensado que la política era «una actividad temporal».
El 21 de febrero de 2011 Aguirre anunció que padecía un tumor cancerígeno en un pecho, que le fue extirpado al día siguiente, lo que le apartó durante unas semanas de su actividad. No obstante, la presidenta retomó en muy poco tiempo su labor al frente de la Comunidad de Madrid y del partido, y repitió candidatura a la Presidencia en las elecciones autonómicas de mayo de 2011, que ganó con mayoría absoluta.
Tras una corta convalecencia, Aguirre protagonizó una intensa campaña electoral con actos en un gran número de municipios de toda la Comunidad madrileña y en muchos distritos de la capital.
La popular dejaba en su cargo a su amigo Ignacio González, político discreto que la ha acompañado durante dos décadas y que, en su única reacción, a través de twitter,dijo: «Tras veinte años trabajando juntos y pese a la tristeza, me queda la suerte de todos estos años en los que he aprendido casi todo en política».
La presidenta del PP de Madrid se retiró de la primera línea política pensando que en la retaguardia estaría mejor, pero según cuentan sus más cercanos, «se ha dado cuenta que las críticas por parte de algunos en su parte se suceden igual. Ahora vuelve con más fuerza que nunca».
Cuando parecía que iba a tirar la toalla, Aguirre se reunía este agosto con los suyos para volver a la carga. «El PP me necesita», contaba a algunos en una cena para anunciarles su intención de presentarse como candidata a la alcaldía de Madrid.
Por aquel entonces, Rajoy era la persona que podría haber minado esas intenciones. Pero la relación podría haberse retomado tras los resultados de las últimas encuestas internas que dan a la popular un aprobado.
El ofrecimiento de Aguirre, para ser candidata al Ayuntamiento de la capital ha suscitado parabienes pero también ha despertado recelos de sus posibles rivales, que se preguntan por los verdaderos motivos que han llevado a la veterana popular a dar este paso.
La actual alcaldesa de Madrid, Ana Botella, que el pasado mes de septiembre renunció a concurrir a las elecciones municipales de 2015, ha declarado que apoyará al candidato del PP al Ayuntamiento de la capital «sea quien sea», y sobre la disposición de Aguirre ha señalado que «lo más importante es cómo la vean los madrileños».
Mientras que otros compañeros como el vicesecretario de Organización del PP, Carlos Floriano le ha recordado que se equivoca quien piense que así puede convencer al presidente: «Si alguien piensa que Rajoy es una persona presionable, ya les garantizo que no lo es», ha remachado.
Así Floriano quiso señalar que «todos estamos a disposición del partido siempre. Todos los militantes estamos a disposición de los órganos del partido para estar en las candidaturas como nos indiquen y donde el partido considere conveniente».