«El Gobierno español quiere transmitir su más sentido pésame a los familiares de los fallecidos, y desea una pronta recuperación de los heridos», ha dicho el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación a través de un comunicado.
Así, ha reafirmado su apoyo a los gobiernos y las poblaciones de la región y «muy especialmente en estos momentos a los de Níger, que siguen estando confrontados a problemas de índole diversa, entre los que destaca la lacra terrorista».
«España reitera su compromiso de trabajar conjuntamente con la comunidad internacional, con las organizaciones regionales y con las autoridades de cada uno de los países del G5 Sahel con vistas a lograr el restablecimiento de la seguridad y el desarrollo en la región», ha zanjado.
El grupo terrorista Estado Islámico ha reivindicado este mismo jueves el ataque contra el Ejército de Níger en la región de Tillaberi, en el que han muerto al menos 29 militares, según las autoridades locales.
En un comunicado publicado en su agencia de noticias Amaq, la organización terrorista ha indicado que la emboscada registrada en Balley Berry, cerca de la frontera con Malí, fue obra de su filial en la zona, Estado Islámico en Gran Sáhara (ISWA).
Asimismo, ha reivindicado un asalto a una prisión de máxima seguridad ocurrido un día antes en Koutoukalé, situada al norte de Niamey, y que según los medios locales fue desbaratado por las fuerzas de seguridad.
El ataque del martes, el más mortífero hasta la fecha sufrido por las fuerzas nigerinas según los expertos, se produjo muy cerca de Tonga Tonga, donde en 2017 el grupo terrorista mató a cuatro militares estadounidenses y a cinco soldados nigerinos.
La creciente violencia en la que se han visto sumidos los vecinos Malí y Burkina Faso, tanto de carácter yihadista como intercomunitario, se ha extendido a las regiones nigerinas de Tillaberi y Tahoua, donde los ataques han aumentado en los últimos meses. Según la ONU, en lo que va de año ha habido 60 ataques armados y al menos 42 civiles muertos. Como resultado de esta inseguridad, en la zona hay 70.000 desplazados.