Ernest Maragall (Barcelona, 1943), exconseller de la Generalitat en la etapa de José Montilla y desde algo más de un año líder de Nova Esquerra Catalana (NECat), piensa que el PSC, partido donde militó con su hermano Pascual Maragall, ha cometido este jueves un suicidio político al votar en contra de la propuesta de pedir autorización al Estado para una consulta soberanista. Aunque no todos han acatado la disciplina de voto; tres diputados del PSC han dicho sí a la consulta y la dirección del partido les ha pedido que entreguen el acta.
“Se han equivocado. Con el rechazo a la consulta se están confinando y autoexcluyendo. Han ganado tranquilidad interna, pero se han suicidado socialmente”, señala el exdirigente del PSC, para quien el partido ha roto este jueves con buena parte del electorado que les votó durante el tripartito. “A esos votantes les han dejado de representar”.
La libertad de voto habría impedido ese suicidio social, en su opinión, pero entiende que el PSC tiene “una autolimitación” por un “condicionante afectivo con el PSOE”.
¿Deberían romper los socialistas catalanes con Ferraz para poner fin al declive electoral y al lío interno? “Lo que conviene es que haya un socialismo catalán fuerte, con su propia ideología, renovador, moderno, ambicioso, que pueda relacionarse y entender con el socialismo español, pero no en el sentido de pertenencia orgánica, pero sí ideológica y diplomática. Que existiera esa relación y que se actualizara constantemente”.
En este contexto, en el que PSC sigue perdiendo apoyos electorales –las encuestas ya colocan a Ciutadans como tercera fuerza política catalana-, Maragall considera que hay que pensar en “una nueva referencia socialista y catalanista que responda a la mayoría social”.
«La propuesta de consulta no acabará como el Plan Ibarretxe»
En cuanto a la propuesta aprobada en el Parlament, Maragall interpreta que es “el principio” del camino para expresar la voluntad de la sociedad catalana sobre las relaciones con España. No ve comparable esta iniciativa al plan Ibarretxe porque “lo que ha hecho hoy el Parlament es recoger un estado de ánimo de una sociedad activa e implicada que quiere decidir”. “Los partido recogen lo que la gente dice, no hay interés partidario”, apunta el exconseller, que añade que el origen de la pulsión soberanista es el rechazo del Estatut por parte del PP.
¿Puede ser el modelo federal una alternativa? No, si es la oferta que han presentado conjuntamente el PSOE y el PSC: “Es un planteamiento difuso y no llega al sentido institucional que se demanda. Está alejado de lo que plantea la mayoría catalana”. Un vía de entendimiento sería, según expone, que el Gobierno presentara una oferta sobre un “Estado plurinacional”. Pero esta hipótesis resulta improbable e inverosímil en el contexto actual.
Maragall no ve marcha atrás en el proceso de consulta, aunque el Congreso tumbe la propuesta, lo previsible. “Continuarán los mecanismos democráticos y de diálogo para la verificación del proyecto catalán (…) Con la firmeza y la determinación clara y democrática de Catalunya, es posible que el Estado reaccione”. ¿Y las elecciones plebiscitarias? “Es un camino”.