La diputada de EH Bildu en el Congreso, Marian Beitialarrangoitia, ha destacado que el desarme de ETA escenificado el pasado año en Baiona no tenía «vuelta atrás» y supuso «un avance» para lograr «un estadio futuro de paz y convivencia».
En declaraciones a Europa Press, la representante de la coalición soberanista ha valorado, de este modo, la celebración este domingo del primer aniversario del desarme de ETA escenificado en Baiona el 8 de abril de 2017.
A su juicio, el año transcurrido desde entonces ha venido a demostrar que, «lo que algunos decían que era una nueva trampa», ha supuesto realmente un «nuevo avance de cara a un proceso al que todavía quedan pasos por dar para alcanzar un futuro de paz y convivencia».
A su juicio, pese a que hay algunos que se han empeñado «en intentar obstaculizar que se dieran esos pasos», lo que ha considerado «lamentable», ha apuntado que se ha avanzado como consecuencia del «compromiso de ETA», de la «implicación de gran parte de la sociedad civil de Iparralde y de los artesanos de la paz que tuvieron la colaboración, a su manera, de parte del Gobierno francés».
«Se ha demostrado que el paso era firme, importante y sin vuelta atrás y, además, se nos anuncia que en breve tiempo se va a conocer el resultado del debate de ETA sobre la desmovilización que, se utilice el término que se utilice, significaría prácticamente que ETA no va a existir», ha indicado.
De este modo, ha resaltado que el aniversario de lo que supuso «un hito histórico» debería ser valorado «positivamente» en la medida de que es «un avance de cara a lograr ese estadio futuro de paz y convivencia».»Ha contribuido, aunque quedan cosas por hacer y sigue estando ahí la violencia por parte del Estado en cuanto a los presos», ha añadido.
ACERCAMIENTO DE PRESOS
Cuestionada por un hipotético acercamiento de presos de ETA a cárceles del País Vasco por parte del Estado español, de manera similar a la que está desarrollando el Ejecutivo galo, Beitialarrangoitia se ha mostrado escéptica «conociendo la evolución del Estado español, es decir ninguna».
Pese a todo, ha confiado en que sea «la propia realidad» la que lleve al Ejecutivo español «a una situación en que le sea insostenible mantener la cerrazón que mantiene hasta ahora». «Que esa colaboración tan estrecha entre el Estado español y francés que ha habido durante años continúe en un futuro, pero porque España sigue el camino de Francia y entiende que estamos en un nuevo tiempo», ha deseado.
A su juicio, es necesario «dar pasos» en este sentido, toda vez que Francia ha demostrado que «con la ley en la mano» son posibles los acercamientos de presos y, «si no se hacían antes, era por un impulso político». «Si en Francia es posible acercar a los presos con la ley en la mano, en España también lo es», ha añadido.
Por ello, ha criticado que, pese a que los reclusos de la banda estén realizando en el Estado español peticiones de acercamiento «forma individual y diferenciada», reciban respuestas «calcadas, de forma colectiva», algo que «no es de recibo».
«Espero que entre todos los que tenemos voluntad por avanzar construyamos una situación futura en la que al Estado español le sea imposible dejar de inventarse nuevas excusas para no moverse», ha finalizado.