El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, protestó hoy ante su homólogo de Rusia, Serguéi Lavrov, por la reanudación de los bombardeos sirios y rusos en la ciudad de Alepo, e insistió en la necesidad de permitir la entrega de ayuda humanitaria a las poblaciones sitiadas.
En una conversación telefónica, Kerry «expresó su preocupación por la reanudación de los ataques aéreos y por tierra en Alepo por parte del régimen (de Bachar al Asad) y de Rusia», dijo el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, John Kirby, en su conferencia de prensa diaria.
«Hablaron sobre la importancia de las conversaciones multilaterales en Ginebra y sobre cómo hallar una forma de lograr un cese de hostilidades significativo y la entrega de la ayuda humanitaria a la desesperada población de Alepo, algo que incluso durante las recientes pausas temporales no ha ocurrido», agregó.
Una vez expiró el sábado la pausa humanitaria declarada por Moscú, el Ejército sirio reanudó el domingo los ataques contra Alepo, una ofensiva en la que contó con el apoyo de la aviación y de las milicias libanesas de Hizbulá.
La Cancillería rusa advirtió el sábado de que no prolongaría automáticamente la tregua humanitaria y que todo dependería de la situación sobre el terreno, y hoy descartó que pueda haber una nueva pausa hasta que la oposición siria rompa con los yihadistas.
Rusia acusó desde el primer día al grupo terrorista Frente al Nusra y a la oposición armada siria de torpedear el alto el fuego al atacar a los civiles y combatientes que querían abandonar la ciudad por los ocho corredores humanitarios habilitados a tal fin.
Según la Cancillería rusa, durante su conversación de hoy con Kerry, Lavrov acusó a los grupos opositores que controlan el este de Alepo y son apoyados por EEUU de impedir la salida de los civiles de la ciudad durante la tregua de tres días.
Además, el ministro volvió a instar a Washington a cumplir su promesa de separar a los opositores de grupos yihadistas como el Frente al Nusra.