Parece que algo se mueve en la coalición. Las declaraciones de Durán i Lleida han revolucionado el palacio de la Generalidad. 20 días antes de las elecciones catalanas ha matizado sus ideas sobre la propuesta de CiU. De sus palabras se desprende que no es independentista, aunque puede ser federal o, cómo máximo, confederal. No cree en la independencia, y tampoco cree que fuera posible que, en un plazo razonable, una Cataluña independiente entrara fácilmente en la Unión Europea. La pregunta es si esa declaraciones corresponden a: a) necesidad electoral; b) profunda diferencia de ideología; o c) a táctica de poder dentro de la estructura del partido.
Necesidad electoral
Si las declaraciones en las que el líder de Unió responden a necesidades electorales podría pensarse que la diferencia entre Más y Durán están pactadas. Sería una escenificación del clásico reparto de papeles: poli bueno, poli malo. De esta forma Durán mantendría el electorado catalanista moderado, partidario de cambiar la relación de Cataluña-España, pero manteniendo la unidad territorial. Mientras, Mas cubriría la zona más radical. CiU no perdería sus moderados y podría entrar en el mercado de los radicales. Todo para buscar la mayoría absoluta que permitiría a Mas gobernar sin pactos.
En este caso, las declaraciones, de uno y otro líder, se matizarían después de las elecciones. Mas podría decir que incluso dentro de sus votantes no estaba clara la voluntad de ceseción; quedaría libre para tomar cualquier decisión que considerase adecuada a sus intereses.
Profunda diferencia ideológica
En caso que las declaraciones respondan a una diferencia ideológica, supondría la fractura de CiU, tarde o temprano. Esta posibilidad no es imaginable, especialmente por parte de Unió. Siendo la parte más débil de la Coalición, Durán matizaría sus declaraciones después de las elecciones según los intereses del nuevo President.
Si Mas necesitase seguir apostando a la celebración de un Referéndum, Unió afirmaría que nunca se opuso a su celebración. Si fuera al contrario, Durán lo apoyaría dándole al President la escusa para olvidarse de su promesa electoral. Conclusión, no importa si las declaraciones responden a necesidades electorales o diferencias ideológicas. Su utilización antes o después de las elecciones serán instrumentales.
Poder dentro del partido
Una tercera hipótesis sería que Durán ha hecho un cálculo sobre el efecto de la propuesta de un referéndum sobre la independencia después de las elecciones. Si se demostrase que es inviable Mas correría el riesgo de Ibarretxe: sería devorado por su criatura. En ese caso el desgaste de CiU sería terrible y Unió quedaría como el sector sensato. Durán quedaría cómo la esperanza.
En resumen: las declaraciones de Durán son un movimiento táctico o estratégico inteligente; siempre les sacará rendimiento político. Eso, lo que demuestra, curiosamente, es la debilidad de la posición del actual President.