Ha vuelto a quedar claro que la presidenta andaluza, Susana Díaz, y el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, siguen estrategias diferentes, como ya declarara la responsable de la Junta en una entrevista periodística.
Ambos dirigentes son las caras más visibles de su partido en la actualidad, y han vuelto a protagonizar un nuevo desencuentro. Los dos coinciden en la necesidad de diálogo pero en cambio tienen posturas diferentes sobre la actuación de la Justicia.
Susana Díaz, ha vuelto a declarar su respeto a la decisión de la Fiscalía de presentar una querella contra el presidente de la Generalitat, Artur Mas, por el 9N, un movimiento que el secretario general del PSOE considera «una mala noticia para la política» porque «dificulta y mucho» el diálogo.
Sánchez es de la opinión que han expresado algunos dirigentes de CiU este viernes, que reclaman al Gobierno dejar de hacer política escudados en los tribunales. La presidenta andaluza no ve incompatible la querella interpuesta este viernes con el diálogo, sin embargo Pedro Sánchez cree que dificulta las conversaciones.
Díaz ha defendido también la necesidad de diálogo en Cataluña, pero, preguntada por la interposición este viernes de la querella, ha explicado que «tiene que ser respetuosa con la decisión del Ministerio Público».
«Siempre he dicho que, en este proceso, hay que ser respetuoso con las instituciones del Estado y yo creo en la separación de poderes, aunque ahora bien, dicho esto, es el momento del diálogo, el acuerdo y el entendimiento, y eso lo tiene que liderar el presidente del Gobierno», ha recalcado.
Para Díaz, Rajoy debe mandar «un mensaje nítido a la sociedad catalana y al conjunto de España» de que la situación tras el 9N «tiene arreglo», por lo que le ha demandado «la generosidad y altura de miras» que hace falta para enviar ese mensaje.
El mensaje de la líder de los socialistas andaluces dista del secretario general del PSOE que viene lamentando que esta querella es «una mala noticia para la política«. Este viernes, Sánchez ha vuelto a defender que esta querella «dificulta y mucho» el diálogo. «No es tiempo de tribunales, querellas, cartas y monólogos cruzados entre PP y CiU», ha reclamado, desde Barcelona.
El PSOE vive prácticamente en la bicefalia
Pedro Sánchez es el socialista con mayor presencia orgánica y Susana Díaz la que acumula mayor poder institucional. Ambos son actualmente los máximos líderes del PSOE. Durante el proceso de primarias para elegir al secretario general del partido, ambos unieron sus fuerzas. La federación andaluza apoyó la candidatura del madrileño hasta auparle a lo más alto del partido. Ambos protagonizaron al día siguiente un paseo en la calle Ferraz en el que quedó claro la buena sintonía entre ambos.
Sin embargo, durante el proceso interno para elegir nuevo líder, apareció de fondo una cuestión en la que ambos defendían posturas diferentes: un nuevo proceso de primarias para elegir el candidato del PSOE a La Moncloa. Díaz no es partidaria de esta fórmula pero Sánchez se comprometió ante los militantes a volver a llamarles para elegir al candidato a la presidencia del Gobierno. Finalmente se producirán el próximo 26 de julio.
Las discrepancias continuaron. En una entrevista al diario El País, la presidenta de la Junta aseguró que Sánchez tenía una estrategia y ella otra, en referencia a la intervención del líder del PSOE en el programa »Sálvame».
Podemos ha sido otro de los puntos de desencuentro entre Madrid y Sevilla. Pedro Sánchez aseguró en varios medios de comunicación que el PSOE no pactaría con el populismo (en referencia a Podemos) en las próximas elecciones municipales y autonómicas de 2015. Tampoco para debilitar el PP a nivel nacional. Automáticamente, los mismos socialistas andaluces que le auparon hasta el sillón de Ferraz, le contradijeron sin tapujos. El secretario de Organización del PSOE andaluz, Juan María Cornejo dijo que Pedro Sánchez se estaba anticipando Además, pidió respeto para la formación y sus votantes.
Haya pacto o no, Sánchez consiguió situar a la formación de Pablo Iglesias en el plano ideológico: el populismo. Podemos es una marca política cuyo nombre huye de cualquier definición y que se presenta como una formación para que los de abajo luchen contra los de arriba. Repitiendo una y otra vez la palabra »populismo», Sánchez les ubicó en el panorama político.
La reforma constitucional y la España federal que podría salir de esta renovación de la Carta Magna vuelve a separar a los dos cerebros del PSOE. Díaz ha dejado claro que no aceptará el reconocimiento de Catalunya como nación ni tampoco un federalismo asimétrico. Los socialistas andaluces han sido tradicionalmente los máximos defensores del partido en cuanto a la igualdad entre territorios y ciudadanos.
Sánchez, en cambio, afirma que todo se puede debatir. Para él puede discutirse la plurinacionalidad de España y un modelo territorial en el que no todas las regiones tengan las mismas competencias.
La división entre un líder y otro quedó clara en una de las últimas visitas de Díaz a Madrid. Mientras Sánchez mantenía en el Congreso un cara a cara con Rajoy sobre corrupción, la presidenta andaluza se trasladaba a Madrid para estar presente en un almuerzo informativo. Una veintena de diputados dejaron plantado al líder de la oposición en el hemiciclo para estar junto a Susana Díaz.