En la carta, CSIF señala que el embajador –Rafael Garranza– está de vacaciones hasta mañana martes, pero finalmente ha acudido este lunes a la embajada, según han señalado a Europa Press fuentes sindicales.
El sindicato expresa su «honda preocupación» por los sucesos y por la «salvaguarda personal de los empleados públicos», españoles y nicaragüenses, y por sus respectivas familias. A su entender, el Gobierno español debería tener listo y enviado a todas las representaciones diplomáticas un protocolo de emergencia.
Además, protestan por la «falta de liderazgo» que, a su juicio, supone la ausencia del embajador y aseguran que el trabajo de los profesionales ha permitido «minimizar en parte la ausencia del primer representante diplomático».
De hecho, consideran que el personal está haciendo «un esfuerzo diario que sobrepasa lo que la función pública les demanda» para dar «estabilidad» a la población y mantenerla informada, cuando los empleados laborales están con su sueldo congelado desde el año 2009.
Los trabajadores advierten, además, de que la protesta «se ha recrudecido» después de que el Gobierno anulase la reforma de la Seguridad Social que estuvo en su origen del malestar social. La Cruz Roja nicaragüense ha confirmado la muerte de nueve personas en las protestas, mientras los medios locales hablan de más de 20 víctimas mortales.
Avisan asimismo de la actuación de las fuerzas de seguridad contra el colectivo de estudiantes, al que pertenecen, dicen «muchos de los hijos e hijas» de los trabajadores españoles.