José Bono, exministro socialista y expresidente del Congreso, ha descalificado las protestas ante los domicilios de cargos políticos, los denominado »escraches», pues considera que, cuando menos, entrañan «violencia psicológica» para los políticos y sus familias que son objeto de estas movilizaciones.
En declaraciones a Cuatro recogidas por Europa Press, Bono ha expresado una opinión distinta de la del presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo, Gonzalo Moliner, quien sostiene que los »escraches» son una legítima forma de manifestación siempre que no haya violencia.
«Decir que no existe violencia, al menos psicológica, que sí existe, cuando a la puerta de una persona, de derechas o de izquierdas, se reúne un grupo de 50 o cien personas, me parece que es querer cerrar los ojos», ha comentado el ex dirigente socialista, para quien no hay duda de que detrás del »escrache» «hay una violencia psicológica».
En otro momento de la entrevista, Bono ha lamentado la «gravísima crisis institucional» que a su juicio afecta a «prácticamente todas las instituciones» del país, así como la «absoluta crisis de credibilidad» que padecen los partidos, que atribuye a que la Ley Electoral consiente que, «si alguien quiere ser diputado, tiene que hacerse amigo de quien hace las listas».