Ana Mato, Rosalía Iglesias, Ana María Tejeiro, Cristina de Borbón, Isabel Pantoja y Maite Zaldívar… todas ellas tiene algo en común; “ser la mujer de…” Parece que detrás de los hombres implicados en los principales casos de corrupción de España, hay una gran mujer.
Ellas se han mostrado como mujeres enamoradas, que no sabían que hacían sus esposos o novios. Incluso niegan haber disfrutado de los regalos que habían recibido de forma fraudulenta sus compañeros sentimentales.
Las primeras en entrar en prisión han sido Maite Zaldívar e Isabel Pantoja. Ex mujer y ex novia del ex alcalde de Marbella, Julián Muñoz. Muchos jueces y fiscales entienden que las mujeres son colaboradores necesarias en determinadas tramas, aunque posiciones más cautas les atribuyen un papel menor en las tramas.
Ambas están condenadas por el mismo delito, blanqueo de capitales. Maite Zaldívar fue condenada a dos años y medio de prisión por el blanqueo de 1,7 millones de euros. La pasada semana Pantoja, ingresó en prisión tras haber sido condenada a dos años de cárcel por el blanqueo de 1,8 millones de euros.
El caso Nóos también se ha puesto sobre la palestra a las mujeres de Iñaki Urdangarin y de Diego Torres. Tanto Ana María Tejeiro como la Infanta Cristina están imputadas, en el caso de la Infanta solo por fraude fiscal. Los jueces consideran que en el delito de Urdangarin de blanqueo de dinero es difícil que la infanta no conociera “o tuviera razones para pensar que el dinero que había en la cuenta de Aizoon”.
La última en caer ha sido Ana Mato, ex esposa de Jesús Sepúlveda, el ex alcalde de Pozuelo y uno de los hombres clave en la trama Gürtel. La ya ex ministra ha negado siempre conocer las actividades de su ex. Incluso afirmó no conocer el regalo de un Jaguar que Francisco Correa entregó a su ex esposo cuando era secretario general del partido en 1999.
«A lo largo de todo este proceso yo me he ido enterando de cosas y mucho más en estos meses que mi marido ha estado en soto del Real», dijo la mujer de Luis Bárcenas, Rosalía Iglesias. La mujer de Bárcenas no está en prisión pero tiene todas sus cuentas bloqueas. En varias ocasiones ha pedido al juez más dinero para poder seguir haciendo su vida normal. Mientras su marido lleva un año y cinco meses en prisión.