La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) se enteró por la prensa de que el Gobierno israelí había suspendido el acuerdo para detener la expulsión de inmigrantes africanos, que había sido suscrito y anunciado algunas horas antes.
«Tomamos nota del anunció realizado anoche por el primer ministro, Benjamín Netanyahu, de que ha suspendido la aplicación del acuerdo de ayer entre Israel y la ACNUR», dijo el portavoz del organismo en Ginebra, William Spindler.
El acuerdo buscaba encontrar soluciones para los inmigrantes y solicitantes de asilo eritreos y sudaneses, que son el grueso de los que proceden de África y que han sido los más afectados por las deportaciones.
A ellos apunta principalmente el plan de expulsiones que Israel ejecuta desde 2013, por el cual se les conmina a abandonar el país o a ser encarcelados, y se les ofrece el aliciente de 3.500 dólares y del billete de avión para que acepten irse.
La solución propuesta por la ACNUR y aceptada inicialmente por Israel implicaba que esta entidad reubicaría a 16.250 inmigrantes en países occidentales, mientras que otros 16.000 recibirían el permiso para permanecer legalmente en el país.
Spindler no pudo aclarar si el acuerdo será retomado en algún momento ni las razones que llevaron a Netanyahu a cambiar repentinamente de opinión, tras haber rubricado el acuerdo junto con su ministro de Asuntos Internos, Arye Machluf Deri, y el «número dos» de la ACNUR, Volker Turk.
«Estamos en contacto con la oficina del primer ministro y seguimos creyendo que este es un acuerdo en el que todos ganan. Beneficia a Israel, a la comunidad internacional y a la gente que necesita asilo, mediante mecanismos que hacen que otros países compartan la responsabilidad que se tiene con ellos», explicó.
El portavoz sostuvo que el acuerdo permitía igualmente que Israel cumpliese con sus obligaciones internacionales y, sobre todo, «salvar vidas, porque la gente ya no tendría que regresar a África subsahariana para emprender a continuación peligrosas travesías (hacia Europa) para buscar seguridad».
De manera general, el acuerdo contemplaba la creación de un grupo de trabajo conjunto entre la ACNUR e Israel para definir objetivos y un calendario para solucionar la situación de un total 39.000 inmigrantes y solicitantes de asilo en los próximos cinco años.