Según ha informado EH Bildu, recientemente ha tenido conocimiento, a través del boletín de la Asociación Vecinal de Basurtu, de que la escultura se encuentra en «estado de abandono».
La concejal abertzale Helena Gartzia, tras ponerse en contacto con la familia del escultor, ha desvelado que, una vez retirada de la Cámara de Comercio, el Ayuntamiento se comprometió hace cuatro años con el artista a restaurar la obra y reubicarla en el Campo Volantín.
Gartzia ha pedido la comparecencia de las concejales Ibone Bengoetxea y Marta Ajuria para que den explicaciones «por que no se entiende ni es de recibo el escaso respeto y abandono de una obra de uno de los artistas y escultores más prominentes del siglo XX en Euskal Herria».
La edil soberanista ha exigido que, del «remanente existente», se destine de forma prioritaria una partida para su restauración y reubicación inmediata.