Dos cabezas y dos corazones, pero sólo un cuerpo. Un criador de serpientes en Florida no podía creerse que una de las crías de su boa constrictor había nacido con dos cabezas, según informan desde National Geographic Wild.
Una clínica veterinaria especializada en estos animales realizó una radiografía del curioso especímen. En la radio se descubrió un suceso aún más sorprendente que las dos cabezas: el animal también tenía dos corazones, algo inusual en los animales bicéfalos, que suelen compartir órganos internos.
Una de las cabezas come mientras que la otra mira, lo cual es bueno y malo para la supervivencia del bicéfalo. Este tipo de especímenes suelen morir jóvenes al pelear una cabeza con la otra por el alimento, lo que en este caso no será un problema. Sin embargo, esto también supone un obstáculo para sobrevivir ya que se necesitaque la otra cabeza también coma.
“La mayoría de las serpientes que nacen así mueren porque no pueden obtener una nutrición adecuada, comparten riñones o no pueden defecar normalmente» ha dicho la doctora Lauren Thielen, encargada de cuidar a la boa.