Las gastronomías exóticas están de moda. Restaurantes japoneses, italianos, mexicanos y chinos conquistan la geografía española, una invasión de nuevas cocinas que abre el apetito de los comensales con ganas de descubrir experiencias y sabores. Más allá del mítico chino de Plaza de España, en Madrid los amantes de lo nuevo pueden ampliar fronteras con culturas aún por descubrir.
Hoy nos adentramos en las delicias y aromas del país del Himalaya, Nepal. Un territorio de yaks y especias pequeño pero con mucho que decir en lo gastronómico.
“No es comida hindú”
La cuna del Everest disfruta de una gastronomía parecida a la hindú en la forma pero diferente en el fondo, legado de una cultura ancestral y de una tierra llena de contrastes.
Así lo cuentan restaurante nepalí Himalayan tandoori de Madrid, uno de los pocos donde la denominación nepalí prevalece sobre la hindú – sólo hay cuatro en toda la capital -. Según aseguran los nepalíes que lo regentan, aunque son parecidas la comida nepalí e hindú no son exactamente iguales. “La comida nepalí es menos grasa que la hindú. No usa tanta especia, tiene una maceración diferente, no tiene tanto picante”.
Los momos son uno de sus platos fuertes. Son empanadillas de carne cocidas al vapor y acompañadas con salsa, una emulsión de tomate muy aromatizada, ligeramente picante.
“Son como las croquetas españolas, aunque más ligeras, con carne de pollo especiadas con jengibre y mezcladas con vegetales. Muy fáciles de digerir” detallan.
El otro plato estrella de la comida nepalí es el Pahadi, pollo asada al estilo tandoori. Una carne tierna y aromatizada donde se dejan notar los tintes del cardamomo, la canela, el comino y la cúrcuma. Viene acompañado de vegetales poco cocidos que aportan frescor al bocado. Buena cantidad y buen sabor.
En Nepal también consumenl Dal-bhat-tarkari, sopa de lentejas y especias que puede ser acompañada con verduras aliñadas. Aunque aquí se puede probar una variación, originalmente se hace con huesos de yak.
En el restaurante destacan que basan su alimentación en carne de pollo y cordero. “Menos cerdo, consumimos bastante carne. En las zonas con climas extremos es lo único que hay”, aseguran.
Eso sí, “siempre cocidas y guisadas”, algo en común con la cocina hindú.
“Mucha gente no sitúa Nepal en el mapa”
Los promotores del Himalayan tandoori – metro El Carmen, cerca de Ventas – reconocen que la idea de abrir un restaurante nepalí fue, cuanto menos, arriesgada. “La gente preguntaba, ¿comida nepalí? Muchos no sabían ni situarlo en el mapa”. Sin embargo los clientes están satisfechos. “La gente está abierta a nuevas cosas y esta era una oportunidad excelente para dar a conocer nuestra cultura”.
En su restaurante no solo dan a concer su comida. También han llevado sus tradiciones más allá del plato. “El pasado octubre organizamos el año nuevo nepalí en el restaurante, con bailes y trajes típicos. Algunos clientes bailaron para celebrar con nosotros el nuevo 2074”
Uno de los trabajadores interviene para dejar claro que para él no es ese año sino el 70604. A pesar de ser un país pequeño, la variedad de culturas de Nepal resulta, ante todo pronóstico, impresionante.
“Nuestro país es rico, pero poco conocido”, aseguran. “Hay muchos restaurantes de muchos países, pero la gente quiere probar cosas nuevas. La comida nepalí está ahí”.