El 12% de los jóvenes europeos afirma haber sido víctima de algún caso de ciberacoso. La cifra se sitúa cuatro puntos por encima de la que se obtuvo a los encuestados en 2010, último estudio publicado por ‘Net Children go Mobile‘.
El ciberbullying supone ya la primera forma de acoso que reciben los niños y adolescentes europeos, ya que los casos ‘off line’ se han reducido casi a la mitad en cuatro años.
Los jóvenes se exponen día a día a través de Youtube, Facebook o juegos online, a la recepción de numerosos mensajes agresivos, insultos o situaciones problemáticas, con las que conviven de forma pacífica, sin darle importancia.
En el trato con iguales, por ejemplo entre amigos o compañeros de clase, es frecuente que el acoso en las aulas se traslade, y por ende se amplíe, a las redes sociales. En este caso la repercusión de cualquier acto de humillación, burla o mofa tiene más repercusión que en el mundo off line e incluso permite el anonimato del responsable.
El informe alerta de la diferente percepción que tienen los jóvenes. Los niños y los adolescentes tienen más problemas que los adultos para identificar riesgos y peligros. Esa sensación es aún más difusa en Internet. Habitualmente los jóvenes tienden a pensar que algunos de los comentarios o actuaciones que reciben desde el ordenador son chistes o bromas pesadas cuando en realidad son un ataque a su persona.
Contenidos y comunicación sexual
La red es uno de los mayores mercados de contenido pornográfico. Los propios encuestados identifican estos vídeos e imágenes como “inapropiados” y en muchas ocasiones no pueden evitar tener acceso a ellos. Esto ocurre porque varias páginas web llevan anuncios con contenido sexual o hacen saltar otras ventanas anunciando sexo.
Según el estudio, la mayoría de niños de entre nueve y trece años se “sienten molestos” cuando ven cuerpos desnudos o imágenes de sexo explícito en la red. Sin embargo, aquellos que tienen entre 14 y 16 años tienden a advertirlo sin malestar o como algo “poco o nada preocupante.”
Las comunicaciones con contenido sexual entre conocidos, pero también con extraños es uno de los temas más preocupantes. El rango de edad en el que es más raro encontrar este tipo de casos es entre los niños de 11 y 13 años. Las niñas entre 14 y 16 años son el rango que más tiende a compartir imágenes propias, según Net Children.
Prácticas habituales como chatear o el uso de webcam puede acabar en juegos sexuales inapropiados. Algunos adolescentes acceden a mostrarse desnudos, y en los casos más extraños a compartir fotografías propias, que nunca se sabe para qué y cómo van a ser utilizadas pues en muchas ocasiones no se conoce la identidad ni las intenciones de la persona con la que se está hablando.
Son los chicos de mayor rango de edad los que ven como algo “normal” compartir y enviar contenidos sexuales.
Conversaciones online y citas offline
El primer paso para que una persona a la que no se conoce entre en tu círculo es rechazar su solicitud de amistad. Los jóvenes encuestados en el estudio aseguran desconfiar cuando les llega una petición de alguien que no conocen o del que no saben ni su edad, ni su nombre ni cómo es su rostro.
“Incómodos”, “con miedo”… Los niños y adolescentes dicen además sentirse “tristes” y “preocupados” cuando un desconocido online les pregunta por datos personales como el DNI, la dirección postal o el número de teléfono. En la mayoría de los casos se niegan a darla pero también dan datos falsos como estrategia para no meterse en problemas.
Salud e Internet
Adictivo. Es la palabra más repetida cuando los jóvenes describen el uso que hacen de Internet, sobre todo cuando se trata de juegos online. Las tarifas con datos en los teléfonos móviles y las tabletas aumentan el tiempo de uso.
Algunos relacionan directamente ciertos problemas de salud y de su estilo de vida con el excesivo tiempo que pasan navegando. La constante exposición a imágenes y cierto tipo de contenidos les provoca estrés, ansiedad, repercuten en su descanso y falta de sueño o incluso les hacen tener pesadillas. Algunos reconocen que Internet les aleja de sus amigos.
Otra problemática con la que se encuentran los jóvenes son los portales que fomentan enfermedades como la anorexia o la bulimia. Los cuerpos perfectos que aparecen en algunas campañas publicitarias les llevan a obsesionarse con su físico.