Las declaraciones de amor, las bodas y sus celebraciones son un habitual escenario de escenas emotivas y entrañables. Pero también hay que tener en cuenta que en esos momentos los nervios pueden desatarse. Y ese estrés sobrevenido provoca salidas de tono, respuestas airadas, ataques de risa e incluso flojeras en la vestimenta.
Con motivo del Día de San Valentín merece la pena recordar algunos de los vídeos de amor -o algo parecido- que triunfan en Internet gracias a la mezcla de ridículo, enamorados, y momentos impagables.
La guitarrita te la llevas puesta
En un centro comercial de Dubai, en Emiratos Árabes, un joven enamorado pretende pedirle matrimonio a su novia, a la que conoce desde hace solo tres meses. El muchacho intenta crear el ambiente romántico propicio con un trío de músicos, y comienza a leer un poema a su amada, que lo mira atónita.
«Tengo un mensaje especial para una chica muy especial. Nos conocimos aquí hace tres meses. Eres mi amuleto, mi pastel, mi todo y sé que encuentras esto muy cursi pero quiero que todos sepan que me hacés muy feliz». Cuando intenta ponerse de rodillas, ella quiere impedirlo. Al insistir el muchacho ella agarra el ukelele de un músico y le pega con el instrumento en la cabeza al enamorado. El público no aplaude, lógicamente.
Fuegos de amor
No hay mejor forma de celebrar el comienzo de una vida común que con fuegos artificiales. El problema está en aquellas bodas en las que uno de los invitados tiene vocación frustrada de fallero, y decide llevar petados como para abrir una cantera. En el vídeo podemos ver como una bonita celebración, sencilla y emotiva, acaba convertida en el escenario de una especie de bombardeo.
Tu belleza me desnuda… literalmente
La emoción, los nervios, el estrés, pueden jugar malas pasadas en una boda. Pero hay casos en los que un incidente lleva a desatar las carcajadas de todo el pueblo llano presente en la ceremonia. Es el caso de un vídeo de una boda en la que a el novio se le caen los panatalones. La dama de honor llora, al novio le da la risa, y a la novia le importa poco el suceso. Que viva la fiesta, que viva el amor.
Llorando de risa ante el altar
Puede que el matrimonio siga impresionando a muchas personas, por el peso del compromiso. Pero no es el caso de la joven protagonista del vídeo, que ante su futuro marido, frente al altar, sufre un ataque incontenible de risa, que convierte en un show la celebración. La risa se contagia de manera espectacular y, pese a ello, no desluce la ceremonia.
La foto de tu vida
El momento más esperado para las novias de medio mundo suele ir acompañado de instantáneas tomadas por un fotógrafo profesional o familiar con conocimientos. En el vídeo de esta boda vemos como el profesional, cargado con un equipo de calidad, sigue al detalle la salida de los recién casados, que muestran su felicidad a la cámara saliendo de la Iglesia. El fotógrafo camina hacia atrás hasta que, sin darse cuenta, acaba de espaldas en la pila de bautismos. La novia lo mira con cierta indiferencia y sigue su camino, mientras el pobre fotógrafo chapotea en el agua.