La cumbre extraordinaria del 29 de enero se centrará en el empleo, según anunció el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy. La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, reclamaron el pasado lunes un mejor uso de los fondos europeos para fomentar la creación de puestos de trabajo y el crecimiento, pero no anunciaron ninguna medida concreta.
Los líderes europeos tratarán además de alcanzar un acuerdo sobre el nuevo Tratado para reforzar la disciplina fiscal, exigido por Berlín, en el que no participa Reino Unido. El Parlamento Europeo ha tachado de inaceptable el último borrador por considerar que no garantiza una adecuada supervisión democrática y no contempla medidas para estimular el crecimiento. Si no es posible llegar a un compromiso en enero, Merkel y Sarkozy se han fijado como fecha tope el 1 de marzo.
El primer ministro italiano se ha mostrado convencido de que, una vez aprobado el Tratado de disciplina fiscal, el Banco Central Europeo (BCE) se sentirá «más relajado» a la hora de intervenir para frenar la crisis de deuda, en referencia a un posible aumento de las compras de bonos de Italia y España.
Antes de la cumbre de la UE, la primera en la que participará el nuevo presidente español, Mariano Rajoy, Monti se reunirá en Roma con Merkel y Sarkozy el 20 de enero. Además, los ministros de Economía de la eurozona y de la UE celebran sus primeras reuniones del año el 23 y 24 de enero.