La Fiscalía de Burkina Faso confirmó hoy que hay ocho detenidos tras el atentado del pasado viernes en Uagadugú contra la Embajada de Francia y el Estado Mayor, entre ellos dos militares en activo y un soldado expulsado del Ejército.
Los ocho detenidos, de nacionalidad burkinesa, fueron arrestados «durante el atentado y durante las investigaciones» posteriores, en las que han interrogado a más de 60 testigos y víctimas, dijo hoy la Fiscal General, Maizan Sereme, en una rueda de prensa.
«No podemos decir que (los detenidos) no estuvieran implicados ni tampoco podemos confirmar que sean cómplices», dijo Sereme dando a entender que la situación aún es confusa, y sin dar más detalles de la relación o no de los militares con los golpistas de septiembre de 2015.
Varios militares pertenecientes a la guardia personal del expresidente Blaise Compaoré -que gobernó el país durante 27 años tras un golpe de Estado y hasta noviembre de 2014- intentaron hacerse con el poder el 16 de septiembre de 2015, arrestando al presidente Michel Kafando y a otros altos cargos.
Los terroristas atacaron el viernes la zona diplomática de Uagadugú con dos objetivos claros: las citadas instalaciones militares y la embajada de Francia, dejando ocho soldados fallecidos y 85 heridos (61 militares y 24 civiles).
Ocho de los atacantes fallecieron en la operación policial de respuesta.
Según el relato de la fiscal, los atacantes no superaban los 25 años hablaban bambara -una lengua hablada sobre todo en Mali, pero también en Burkina y Costa de Marfil- y árabe.
Además añadió que no vestían ropas militares como reportaron los medios, sino ropa nueva y una banda en la cabeza donde se podía leer la shahada (profesión de fe del Islam): «no hay más divinidad que Dios (Alá) y Mohamed es su mensajero».
En la investigación están colaborando investigadores franceses y un magistrado.
Sereme explicó que a la sede del Estado Mayor los atacantes acudieron en una bici y en un coche lleno de explosivos; después abrieron fuego contra los guardias e hicieron explotar el vehículo en el hall.
En la embajada francesa, los cuatro atacantes acudieron vestidos de civiles en un coche desde el que abrieron fuego en la puerta de seguridad y lanzaron cócteles Molotov.
El Frente Nusra del Islam y los Musulmanes, el mayor grupo yihadista del Sahel formado por Al Qaeda y otros grupos, reivindicó el atentado.
Burkina Faso, uno de los países que componen el «G5 del Sahel», ha sido víctima de frecuentes ataques por grupos yihadistas en los últimos dos años.
Según el recuento más reciente del Gobierno, más de 70 personas han muerto en el país africano por ataques terroristas desde 2015.
En enero de 2016 y en agosto de 2017, sendos atentados yihadistas contra céntricas cafeterías de Uagadugú dejaron 30 muertos de 18 nacionalidades y 19 de 6 países distintos, respectivamente.