Fue inevitable pensar que el séptimo encierro de San Fermín acabaría en luto. El tapón que se formó en la entrada de la plaza fue tan brutal y angustioso que puede calificarse de milagro que no haya habido víctimas o más heridos. De momento, el parte médico anuncia que un corredor ha resultado herido muy grave, aunque está estabilizado, por aplastamiento a la entrada de la plaza. Este corredor es un joven de Vitoria de solo 19 años, que quedó atrapado debajo de decenas de personas que intentaban superar la montonera, alejarse de los cabestros y entrar en la plaza. Salvar la vida en definitiva.
Hay además otro corredor herido, de nacionalidad irlandesa, que presenta, al igual que el anterior, un síndrome de asfixia por traumatismo torácico, aunque de menor gravedad. En el tapón también se registraron más heridos, cuatro de carácter grave por contusiones torácicas y abdominales, de las que han sido atendidos en la enfermería de la plaza de toros, según informó el doctor Hidalgo, responsable médico del coso. Hasta el Complejo Hospitalario de Navarra han sido trasladados 21 personas como consecuencia de los percances sufridos en el encierro.
Hace unos días, la periodista Mariló Montero comparó las aglomeraciones y la multitud de las calles de Pamplona en los encierros con lo que sucedió en el Madrid Arena en la avalancha que acabó con la vida de tres niñas. El comentario de Mariló provocó la hilaridad y algunas críticas, pero realmente no le faltaba razón y viendo lo sucedido en el séptimo encierro sus palabras fueron como un augurio. Cientos de jóvenes quedaron atrapados en la entrada, los cabestros con ellos, encima de ellos y sin posibilidad de escapar. Pero los »angeles» de San Fermín están preparados para actuar en situaciones límite y ahí estaban los pastores, dobladores y los mozos de la plaza para intentar sacar a la gente y abrir una vía de escape. Después de unos segundos cerraron la primera puerta para que no llegaran más toros y no entrase más gente. Luego, abrieron las puertas del callejón por donde citaron a los cabestros y a los astados para llevarlos a otra salida y encerrarlos en los toriles. Esta decisión fue milagrosa y sin duda salvó la vida a muchos corredores. A partir de ahí, ya sin los toros y los cabestros sobre la masa de personas empezaron las tareas de ir rescatando a los mozos que estaban atrapados abajo del todo, donde apenas se respira y no hay posibilidad de escapar. El drama fue tal que uno de los espectadores que permanecían en el callejón le dio un infarto viendo la situación.
Un encierro largo y difícil
Los toros de Fuente Ymbro, ganadería que cumplía su noveno encierro por las calles de Pamplona desde su debut en el año 2005, realizó una carrera rápida y masificada que se ha visto ralentizada por el montón formada a la entrada de la Plaza, que ha provocado que los astados y los cabestros no pudieran acceder.
Cuando la manada ha llegado, muy estirada, numerosos mozos que aguardaban en este punto han taponado el acceso a la Plaza y a medida que han ido llegando los astados y los cabestros se han quedado parados ante la barrera. Afortunadamente, no han embestido a ningún mozo.
Los momentos que se han vivido a causa del tapón han sido muy angustiosos y se han podido ver imágenes de personas desvanecidas a causa de la aglomeración. Tanto algunos corredores presentes en la Plaza de Toros como agentes de la Policía Foral han intentado sacar a los mozos del montón, y se ha visto a uno de los agentes portando a un hombre en estado inconsciente.
Dos cabestros han saltado a los corredores amontonados y han accedido finalmente al coso, mientras que el resto de cabestros y los seis astados han sido trasladados a través de una puerta lateral que se ha abierto en el Callejón para que pudieran salir al ruedo.
El encierro, que ha durado 4 minutos y 15 segundos, ha comenzado puntual a las ocho de la mañana, cuando los seis toros de la ganadería gaditana y los cabestros han salido hermanados desde los corrales de Santo Domingo.
La velocidad de los astados y la multitud de mozos en todos los tramos, al coincidir la carrera con el fin de semana, ha provocado numerosas caídas a lo largo de todo el recorrido y si bien se han vivido momentos de peligro y los astados han arrollado a multitud de mozos, no ha habido cornadas.
La manada ha enfilado de forma agrupada desde la Cuesta de Santo Domingo, pero se ha ido estirando a medida que los toros han cogido velocidad. Un astado negro ha cogido la delantera al resto de sus hermanos en este trayecto, en el que debido a la multitud congregada se han visto diversas caídas.
Ya en el Ayuntamiento, los toros han tomado la delantera a los cabestros. Han librado bien la curva de Mercaderes, por la parte izquierda, y la manada ha enfilado la calle Estafeta de forma estirada. En este tramo, se han podido ver multitud de caídas por la aglomeración de corredores y también se ha caído uno de los toros.
Otro de los astados ha caído al suelo en el callejón, mientras que se iniciaban los momentos tan angustiosos vividos como consecuencia del tapón generado a la entrada de la Plaza.
Los seis astados de la ganadería gaditana serán lidiados esta tarde, a las 18.30 horas, en la Plaza de Toros de Pamplona por los diestros Juan José Padilla, Miguel Ángel Perera e Iván Fandiño, en la penúltima corrida de toros de las fiestas de este año.