«El caballero de Olmedo», una de las obras más líricas de Lope de Vega, llega al Teatro de la Comedia de la mano de Eduardo Vasco, quien, a través del respeto y el amor al verso del autor, muestra la «caracterología del sentimiento español», con todo su «cariño, envidia y miedo a la diferencia».
Noviembre Compañía de Teatro presenta este jueves en la sede de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC) la tragicomedia por excelencia de Lope de Vega, con una función fundamentada en la palabra y comprometida en mostrar «qué era lo que Lope quería contar y cómo quería contarlo», ha explicado hoy en rueda de prensa Vasco, encargado de la versión y la dirección.
«Traemos una apuesta sencilla y efectiva, surgida de nuestro objetivo de defender el patrimonio, el texto y el idioma», ha asegurado y considera que en los tiempos que corren es «muy difícil» hacer teatro clásico.
«El caballero de Olmedo», escrita alrededor de 1620, cuenta la historia de don Alonso, quien en las fiestas de un pueblo «se prende» de Inés, una joven de belleza y personalidad extraordinaria. A partir de ese momento, surgirán los conflictos y peripecias que le llevarán a sufrir el destino trágico de un héroe.
«El público va a ver una comedia de capa y espada al uso de Lope, con la particularidad de que todo se rompe y se cierra, todo se vuelve negro», ha explicado Arturo Querejeta, que interpreta a Tello, sirviente de don Alonso.
Los clásicos son clásicos porque responden a las preguntas existenciales del hombre, defiende, y esta obra representa cómo se «va tiñendo de sombras la vida del ser humano» y surgen así «las envidias, los recelos», algo que en España se refleja con el «este no es de los nuestros».
«Queremos que el público venga a ver cómo contamos la historia, no a sorprenderse con el qué de la historia»», ha subrayado Daniel Albaladejo, protagonista de la obra, un caballero de Olmedo que, en este caso, está muy contenido, sin energía «desparramada».
Los personajes mostrarán una evolución psicológica adaptada a la excelencia de su obra, como, por ejemplo, doña Inés, que, según su intérprete, Isabel Rodes, «trabaja con la inocencia y el misterio» entre la comedia y el drama, «reflejo de las consecuencias del desamor».
«El caballero de Olmedo» abre paso a un «camino de tragedias» en el Teatro de la Comedia, ha afirmado la directora de la CNTC, Helena Pimienta, quien defiende que hay muchas formas de expresar y comprender la actitud del humano, pero esta se aproxima más a la «belleza y poesía» de su alma.