El indicador de actividad no manufacturera aumentó 2,4 puntos porcentuales, hasta el 56,2%, mientras que el de nuevos pedidos aumentó seis décimas, hasta el 53%. Por contra, el indicador de empleo retrocedió 4,4 puntos y se situó en el 48,9%, y el de precios subió un 5,4%, hasta el 62,5%.
Un dato por encima del 50% refleja expansión de la actividad en el sector, mientras que un resultado inferior a dicho umbral equivale a una contracción de la actividad.