La narración se sitúa en 1981, donde Chris Gardner (Will Smith) debe vender escáneres médicos mientras que su esposa se ve obligada a duplicar turnos en su trabajo. Todo sea por salir adelante y dar lo mejor a su joven hijo Christopher.
En vista de las dificultades económicas, Chris decide hacer unas prácticas no remuneradas en una correduría de bolsa con la vista puesta en una profesión que le genere los ingresos suficientes para vivir holgadamente. Sin embargo, esta decisión hace que su esposa les abandone.
Así, las penurias de padre e hijo se acentúan, obligándoles incluso a abandonar su piso en el que viven para irse a dormir a la calle. Chris intentará volcar en su pequeño hijo todo su cariño.