Satur despierta confuso y aturdido en una angosta habitación en la que se encuentra secuestrado. Se ve a sí mismo encadenado, pero no es capaz de recordar qué le ha sucedido con exactitud.
Sin embargo, pronto es consciente de que alguien lo tiene retenido contra su voluntad. Ese alguien es una persona muy cercana a él que, infiltrado en la casa de Gonzalo, descubrirá quién se esconde realmente tras el personaje de Águila Roja.
En este capítulo se produce por otro lado un hecho que afectará al destino de todos: la marcha a Viena de la Marquesa. Antes de que parta de viaje, el Comisario trata de convencer a Lucrecia de que lo mejor es que no se lleve consigo a Nuño. Sin embargo, ella descubre que Hernán es el culpable del robo de las arcas reales y no duda en delatarle, firmando de esta manera la sentencia de muerte del Comisario.
Tras lo ocurrido con Juan, Margarita decide acompañar a la Marquesa en su viaje a Viena, donde poder olvidar y comenzar una nueva vida. Gonzalo, al ver que puede perderla para siempre, debe decidir qué hacer: dejarla marchar o intentar luchar por su amor.