El Tribunal de Apelación de Versalles se pronunció hoy a favor de la extradición a Argentina del expolicía Mario Sandoval, reclamado en su país por crímenes contra la humanidad durante la dictadura militar (1976-1983).
El pasado 14 de septiembre, la Fiscalía había reclamado su entrega a Argentina para responder por la desaparición del estudiante Hernán Abriata, de quien no se tienen noticias desde que fue arrestado en la casa de sus padres en Buenos Aires el 30 de octubre de 1976.
«Estamos extremadamente contentos. No podemos estar de otra manera. Hoy es un gran día para la Justicia y para la familia de Abriata», indicó a EFE una portavoz de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), que confió en que el Tribunal de Casación confirme este dictamen si Sandoval llega a recurrir.
Aunque Argentina sospecha que el expolicía participó en más de 500 casos de asesinatos, torturas o secuestros, se apoya solamente en la desaparición de Abriata para solicitar la extradición, porque es el en el que su supuesta implicación aparece con mayor nitidez.
El caso llegó a la jurisdicción de Versalles después de que el Tribunal Supremo de Francia anulara en febrero de 2015 una decisión favorable a su entrega que había sido tomada por las instancias inferiores.
Sandoval, de 64 años y en libertad bajo control judicial, se instaló a mediados de la década de los ochenta en Francia y tiene la nacionalidad francesa desde 1997, lo que no impide una hipotética extradición porque no era francés en el momento de los hechos.
Su vida en Francia había pasado inadvertida hasta que su foto apareció publicada en Argentina y los padres de Abriata le identificaron como el inspector que acudió a detener a su hijo.