Los muertos provocados por el paso del tifón Haiyan por la región central de Filipinas podrían alcanzar los 10.000, según declaró hoy a los medios un portavoz de la policía filipina.
El jefe de la policía Regional de la provincia de Leyte, Elmer Soria, declaró que el gobernador provincial, Dominic Petilla, dijo que el número de víctimas mortales podría sobrepasar las 10.000, la mayoría por causas de ahogamiento y derrumbe de edificios.
Haiyan, bautizado por las autoridades filipinas como Yolanda, habría arrasado entre el 70 y el 80 por ciento de la ciudad de Tacloban, en la costa este del país, por donde pasó el tifón el pasado viernes, remarcó el funcionario.
Después de que la localidad pasara varias horas incomunicada, ayer comenzaron a llegar imágenes de la destrucción de Tacloban: viviendas completamente destruidas, carreteras intransitables por el gran número de postes de luz y todo tipo de objetos arrastrados, y árboles totalmente desnudos.
«La devastación es total. Si has estado en Tacloban antes, ni podrías reconocer la ciudad ahora», dijo a la agencia de noticias filipinas PNA un alto cargo del Ejercito, el teniente Jim Alagao.
La Cruz Roja de Filipinas estimó ayer que unas 1.200 personas han muerto por causas relacionadas por el paso del tifón, mientras las cifras oficiales aún no están actualizadas y marcan unos datos muy inferiores a la catástrofe sucedida.
El Consejo para la Gestión y Reducción de Desastres del país señaló que unos 4 millones de personas de 36 provincias de Filipinas se han visto afectadas por Haiyan, calificado por agencias meteorológicas como «súper tifón», ya que sus vientos superaron los 240 kilómetros por hora.
Reynaldo Balido, portavoz del organismo gubernamental, indicó que se espera que las cifras de víctimas aumente en las próximas horas cuando llegue los informes de las zonas devastadas.
«Yolanda ha creado un daño masivo y casi ninguna casa ha quedado en pie» en las zonas más afectadas, declaró Balido.
Antes de la llegada de este último tifón a Filipinas, el vigesimocuarto del año, los meteorólogos habían advertido que podría tener un efecto devastados mayor que el tifón Bopha, que en 2012 dejó cerca de un millar de muertos.
Tras arrasar el centro y sur de Filipinas, Haiyan se encuentra en el Mar del Sur de China en dirección a Vietnam, donde las autoridades ya han iniciado evacuaciones masivas.
Reino Unido y la Comisión Europea mandan dinero
El Gobierno británico facilitará un fondo de cinco millones de libras (5,9 millones de euros o 7,8 millones de dólares) para ayudar a unas 500.000 víctimas del tifón. El Ministerio británico de Cooperación Internacional indicó este domingo que el dinero será entregado a una serie de organizaciones para que presten «ayuda humanitaria vital», después de que las autoridades filipinas informasen de que temen la muerte de unas 10.000 personas.
Asimismo, el Reino Unido enviará a cuatro expertos especializados en ayuda humanitaria para que se sumen a las labores internacionales de asistencia a los damnificados por el devastador tifón.
La ministra británica de Cooperación Internacional, Justine Greening, ha manifestado su solidaridad con los afectados y con los que han perdido a sus seres queridos. «Muchos miles de personas en comunidades remotas y difíciles de llegar han perdido sus casas y todo lo que tenían. Están viviendo al aire libre», por lo que es prioritario llevarles tiendas de campaña, agua potable y mantas, manifestó la ministra.
La Comisión Europea (CE), por su parte, ha anunciadp que entregará tres millones de euros en concepto de ayuda de emergencia a Filipinas como «respuesta inmediata» a la devastación causada por el tifón tropical Haiyan.
La CE señaló en un comunicado que espera que esta cantidad sea una contribución para los servicios de ayuda en las zonas más afectadas por este fenómeno.
«Éste es uno de los más fuertes ciclones que el mundo ha visto», declaró la comisaria europea de Ayuda Humanitaria, Kristalina Georgieva, quien aseguró estar «profundamente entristecida» por la pérdida de vidas y envió sus condolencias a las familias y amigos de las víctimas.
Georgieva señaló que los servicios de la CE han actuado rápido para garantizar que la asistencia de emergencia se hará llegar a los más afectados por el desastre. También indicó que el Centro de Coordinación de Repuesta a Emergencias de la CE sigue la evolución de la situación 24 horas al día y que expertos humanitarios permanecen sobre el terreno para evaluar las necesidades más urgentes.
La CE y sus socios humanitarios en Filipinas se coordinarán con las autoridades nacionales y locales para distribuir la ayuda a los más necesitados. La Comisión afirmó que, debido a la «excepcional fuerza» de este tifón y a su amplio diámetro de hasta 400 kilómetros, el número de afectados asciende a unos 4,5 millones de personas.
La oficina de ayuda humanitaria y protección civil de la CE, ECHO, ha desplazado también un equipo de expertos que trabaja estrechamente con las autoridades filipinas y las organizaciones humanitarias nacionales e internacionales, a fin de evaluar la situación y organizar la respuesta de emergencia.
La Comisión recordó que, a pesar de la preparación de cara a catástrofes naturales y la evacuación de cerca de 800.000 personas en las áreas afectadas, se espera que la cifra de víctimas «se incremente significativamente» en los próximos días.