La comisión pretende "arrojar luz sobre todas las violaciones de Derechos Humanos cometidas durante la crisis postelectoral", ha asegurado el portavoz gubernamental, Bruno Nabagne Kone. El Gobierno tomó esta decisión en una reunión del Gabinete. Ouattara, por su parte, ha prometido que estos crímenes no quedarán impunes.
Tanto las fuerzas leales al presidente como las fieles a Gbagbo han recibido acusaciones por atrocidades cometidas en los meses posteriores a los comicios, hasta que Ouattara, respaldado por buena parte de la comunidad internacional, logró jurar su cargo en abril.
Este mismo miércoles la ONG Human Rights Watch denunció que las autoridades marfileñas solo estuvieran investigando los abusos de los que serían responsables los combatientes de Gbagbo, informa la BBC. Se calcula que no menos de 3.000 personas murieron en estos enfrentamientos, que hicieron temer que el país cayera de nuevo en la guerra civil.