«Los gravámenes impuestos por el presidente Trump al acero y el aluminio a principios de año están justificados en virtud de los acuerdos internacionales que EEUU y sus socios comerciales han aprobado», señala la Oficina.
Sin embargo, el representante del Gobierno estadounidense sostiene que las represalias arancelarias impuestas por China, la UE, México, Canadá y Turquía sobre las exportaciones estadounidenses carecen de justificación alguna bajo las leyes internacionales.
«En vez de trabajar con nosotros para resolver un problema común, algunos de nuestros socios comerciales han elegido responder con represalias arancelarias diseñadas para castigar a los trabajadores estadounidenses», declaró el representante comercial de EEUU, Robert Lighthizer.
En este sentido, Lighthizer añadió que estos aranceles «parecen violar» los compromisos de los miembros bajo el acuerdo de la OMC y advirtió de que EEUU adoptará todas las medidas necesarias para proteger sus intereses, por lo que instó a los socios comerciales de EEUU a trabajar juntos y constructivamente en los problemas generados por el exceso de capacidad en los sectores del acero y el aluminio.