El ministro de Justicia, Rafael Catalá, dijo hoy que no cree que la imagen del sistema judicial español haya sido dañado por la retirada de las Órdenes Europeas de Detención y Entrega contra el expresidente del Gobierno regional catalán Carles Puigdemont y los cuatro exconsejeros belgas.
«Yo no comparto la idea de que esto signifique el deterioro de ninguna imagen», dijo Catalá en rueda de prensa durante un Consejo de ministros europeos de Justicia y añadió que «son decisiones procesales que en nada afectan al prestigio de un sistema judicial de 5.500 jueces independientes que cada día en España hacen un magnífico servicio».
Según el ministro, «el sistema normal de cooperación, cuando una persona ha huido de manera un tanto vergonzante de sus responsabilidades judiciales en España y se ha residenciado en otro país de la Unión Europea (UE) es que el juez se dirija al juez del territorio donde esa persona está para pedirle que inicie el procedimiento».
Explicó, en ese contexto, que el juez del Supremo español ha renunciado «en este momento» a la euroorden tras haber considerado «la mera hipótesis de que la entrega fuese limitada para algún delito afectaría al buen fin del procedimiento».
No obstante, precisó el ministro, ello no implica que la euroorden no pueda presentarse de nuevo en el futuro.
El titular español precisó que hoy no abordó en sus intervenciones en el Consejo de Justicia, por no estar en el orden del día, la idea de abrir un debate sobre la necesidad de actualizar la euroorden, que en su opinión se ha quedado «obsoleta».
No obstante, explicó que trató el tema en una conversación con la comisaria europea de Justicia, Vera Jourová, a quien expresó la «inquietud y preocupación» del Gobierno español por que se produzcan conflictos entre «la buena cooperación judicial» en la UE y la libre circulación de personas «que es una seña de identidad» de la Unión.
En particular, al Ejecutivo español le preocupa «que alguien pueda hacer un uso indebido de esa libre circulación para ponerse al margen de la acción de la Justicia. Eso sería una paradoja, no está configurada la libre circulación para huir de la Justicia».
Catalá explicó, no obstante, que cualquier cambio en este ámbito «es un trabajo de futuro».